Tamaulipas / Tampico

Cañón de la Servilleta, una ventana al pasado geológico en Tamaulipas

MILENIO. El Cañón de la Servilleta, es uno de los paisajes extraordinarios con los que cuenta Tamaulipas. Además de ser un sitio ecoturístico, se le considera una ventana al pasado geológico pues en sus paredes y suelo hay restos fósiles de la época de los dinosaurios.

Es el sitio perfecto de múltiples actividades como cañonismo, senderismo, escalada en roca, rápel, exploración de cavernas y pesca; un lugar dividido entre El Mante y Gómez Farías, el adecuado para aventurarse en uno de sus tantos escenarios naturales.

Las especies que se encontraran en el Cañón de la Servilleta, son: mapaches, jabalí y venados.

El Cañón de la Servilleta, es un paso donde el río Boquillas o Comandante atraviesa la Sierra de Cucharas, en dirección oriente, hasta salir a una planicie agrícola donde se une con el río Frío, y a su vez al Guayalejo.

Ha sido por muchos años el sitio perfecto para vacacionar o vivir un fin de semana en la cúspide de la paz, estando solo a 25 kilómetros de El Mante, rumbo a la carretera a Ocampo.

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Para el explorador, doctor José Guillermo Sainz Mansur, este exuberante paraje turístico es una ventana al pasado, pues se formó hace 230 millones de años cuando las aguas del Atlántico inundaban esta zona.

“La prueba que encontramos en el Cañón de la Servilleta es de diversos fósiles petrificados que en sus paredes a lo largo y ancho del cañón existen en una longitud aproximada de 2.5 kilómetros y hasta 120 metros de altura (en este punto, la sierra tiene una longitud máxima de 220 metros sobre el nivel del mar)”, comentó a MILENIO Tamaulipas.Su vegetación; el huizache, mezquite, Palma Pita y los Higuerones

Dijo que el nombre del Cañón de la Servilleta le fue otorgado debido a la forma que tiene de un servilletero, y es de los pocos lugares donde se puede hacer deporte extremo y al mismo tiempo pescar.

Lamenta que sea poca la difusión que le dan al lugar, a pesar de su encanto cien por ciento natural que brinda a los espíritus más aventureros la oportunidad de experimentar libertad.

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Sainz Mansur, destacó además que los visitantes pueden disfrutar de vestigios arqueológicos, pinturas rupestres, como una señal de que este lugar fue habitado por comunidades indígenas de la región.

En medio de la pandemia por covid-19, este lugar se encuentra abierto y su acceso es en cualquier vehículo, pero se deben acatar las medidas preventivas para contener el virus SARS-CoV-2 entre quienes buscan conocer del sitio.

Comentó que desafortunadamente el lugar no cuenta con puntos cercanos, es decir, no existe gastronomía que los identifique para poder deleitar el paladar de los visitantes, y lo único, es el ejido “El Riachuelo”, donde hay tiendas en las que pueden comprar productos básicos.

A pesar de estas circunstancias, el Cañón de la Servilleta es adecuado para un día de natación, porque existen zonas donde los niños no corren riesgo alguno, además de las refrescantes pozas del río y la exploración de las cuevas del lado noreste del Cañón, así como el excursionismo, aguas arriba, en el que pueden descubrir la fangosa orilla.

Este lugar, es de la era Mesozoica, es decir, de los tiempos en que surgieron los dinosaurios.

El explorador, aseguró que para la difusión del lugar, invitó a jóvenes rotarios de Francia y Brasil, a fin de hacer esa cadena de promoción y poder contar con la presencia del extranjero.

“Hace como 5 años, invité a jóvenes rotarios de Francia y Brasil a explorar el Cañón de la Servilleta como una forma de llevar esa recomendación al extranjero y poder contar con la presencia de estos visitantes; hace falta mayor difusión del lugar”, dijo.

Porque en este majestuoso paraíso natural pueden cruzar el río en la canastilla teleférica que se utiliza para este fin durante la época de lluvias, mientras que los visitantes con inquietudes arqueológicas pueden conocer los montículos o cúes que se encuentran en la margen derecha del río, aguas debajo de donde sale el cañón, donde todavía hay restos de plataformas de un antiguo asentamiento.

Para los amantes de la pesca, hay variedad, desde la mojarra, bagre, pintontle, bobo, lobina, tilapia y carpas.

Por todo ello, esta riqueza de Tamaulipas es una opción más para vacacionar y al mismo tiempo poder admirar la maravilla única, donde parece que Dios se ha asentado. Y de acudir, deben llevarse zapatos adecuados, principalmente con suela antiderrapante, y ropa que pueda soportar las altas temperaturas, más aún en tiempo de canícula.

La conexión del Cañón de la Servilleta con el arroyo El Comandante, brota entre las montañas de la Sierra de Cucharas, rama de la cadena montañosa de la Sierra Madre Oriental, que es otra apuesta digna de admirar de Tamaulipas.

Prácticamente, es una ventana al pasado, el privilegio para la entidad que debe contar con más apoyo de difusión, porque la experiencia que se vive, es inolvidable, consideró el doctor Sainz Mansur.

Así como el Cañón de la Servilleta, nombró también, la Cueva río en El Mante, la presencia de peces ciegos, las grutas de Quintero y la Cueva del Abra.

“Hay tantos lugares diferentes en Tamaulipas que merecen conocerse, y el Cañón de la Servilleta, es un lugar mayormente visitado por locales, pero muy interesante”, aseguró.Exuberante belleza natural que vestigios de la época de los dinosaurios,

Y es que aquí no cabe la contaminación, sus aguas cristalinas y de un color turquesa cristalino, junto con sus rocas hacen una esencia perfecta.

Su vegetación tan fresca, tan fiel y al mismo tiempo tan cuidada, pero donde se puede apreciar el huizache, mezquite, Palma Pita y los Higuerones.

Aquí las fotografías son perfectas, con un escenario en el que nadie creería que fuera Tamaulipas, sin embargo, lo es, aunque los propios tamaulipecos desconocen de su existencia.

Sin embargo, fácilmente se puede formar parte del lugar, dándole la oportunidad de conocerlo e interaccionar con las nuevas tecnologías para que en otras partes del mundo, deseen descubrir su extraordinaria naturaleza.

Para el doctor Sainz Mansur, el Cañón de la Servilleta, es su más grande compañía ya que desde niño lo ha explorado.

“Además puedes impresionarte de la Poza Madre, llamada así porque es la más grande en el lugar; existen muchas, pero esta es la mayor, su profundidad es de casi 8 metros”.

Así que si no hay planes en vacaciones de verano, se puede visitar el Cañón de la Servilleta, una opción donde se puede incluir a las mascotas, siempre y cuando se preserve también el lugar.

¿Cómo llegar?

De venir de Tampico con rumbo a El Mante por la carretera nacional número 80, luego seguir por la carretera nacional número 85 hacia Ciudad Victoria. Tras pasar por El Limón, habrán de dar continuidad por Ocampo, a los 12 kilómetros de ese camino, hay una parada de autobuses que dice “El Papalote”, allí se toma la brecha que los lleva al Cañón de la Servilleta.

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