Es muy simple, sin agua dulce la vida en el planeta no es posible, sin embargo, este recurso se ve cada vez más amenazado por el desperdicio, la contaminación y el cambio climático, por lo que los suelos se van degradando y se daña el ecosistema.
Esto hace mella en todos, pues las actividades productivas primarias (agricultura, ganadería, pesca) e industriales se ven afectadas, dañando la salud de la población y la economía, lo que incrementa la brecha de pobreza, el hambre y la desnutrición.
Actualmente 663 millones de personas en el mundo viven sin suministro de agua potable cerca de su hogar; cuidar, sanear el agua y acercarla a quien la necesita a través de infraestructura propicia el bienestar de la población y el crecimiento inclusivo.
Para crear conciencia sobre la problemática al respecto y tomar medidas para cambiarla el 22 de marzo de cada año se celebra el Día Mundial del Agua.
“El Día se remonta a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de 1992 en la que se propuso declarar una fecha dedicada a este asunto. La Asamblea General decidió designar el 22 de marzo de 1993 como el primer Día Mundial. Cada año, ONU-Agua, la entidad que coordina el trabajo de la Organización sobre el agua y el saneamiento, establece un tema para el Día correspondiente a un desafío actual o futuro”.
El tema del Día Mundial del Agua 2019 es “No dejar a nadie atrás”: “El agua es un derecho humano de toda persona, sea quien sea y esté donde esté. El acceso al agua es uno de los puntales de la salud pública y, por tanto, es decisivo para lograr el desarrollo sostenible y construir un mundo estable y próspero. No podemos avanzar como sociedad global mientras haya tanta gente que vive sin agua potable”.
Para mayor información visita:
http://www.un.org/es/events/waterday/
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