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Tlahuelilpan, tres meses: dos sobrevivientes, 69 huérfanos

El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del municipio de Tlahuelilpan tiene detectados a 69 menores de edad que quedaron huérfanos a consecuencia de la explosión e incendio del ducto de Pemex en la comunidad de San Primitivo, siniestro ocurrido el pasado 18 de enero y que hasta el momento ha dejado un saldo de 135 muertos, 37 de ellos originarios de este municipio, y 16 de esta localidad en calidad de desaparecidos.

De acuerdo con información proporcionada por funcionarios del gobierno municipal a tres meses de la tragedia, hasta el momento tiene registros de 69 menores de edad en orfandad, sin contar que hubo decesos de personas adultas originarias de municipios vecinos como Tula, Tlaxcoapan y Atitalaquia.

Detallaron que son 17 casos de menores de entre 0 y 3 años de edad, 14 de entre 4 y 6 años, 25 de entre 7 y 12 años, siete de jóvenes de entre 13 y 15 años, y seis de jóvenes de entre 16 y 18 años de edad. Además está un caso de una persona de más de 19 años de edad, quien quedó en orfandad. Hay dos casos más de habitantes de Tlahuelilpan que permanecen hospitalizados.

Las personas fallecidas o que se encuentran en calidad de desconocidas son originarias, además de Tlahuelilpan, de municipios como Tlaxcoapan, Tepetitlán, Tezontepec de Aldama, Atitalaquia y Atotonilco de Tula.

POSPONEN REPORTE

Por otra parte, inicialmente se había dado a conocer que este miércoles familiares de los desaparecidos recibirían el informe semanal sobre la identificación de los restos humanos que tras el incendio fueron trasladados a los laboratorios de la División Científica de la Policía Federal, a la Fiscalía General de la República y a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo.

Sin embargo, eso no sucedió debido a que el personal del gobierno estatal salió de vacaciones ayer. Por lo tanto, en el Centro Cultural Tlahuelilpan no hubo personal del DIF estatal ni de la procuraduría local.

La mayoría de familiares fue notificada sobre la suspensión del encuentro; sin embargo, algunos pocos se presentaron pues no recibieron la información, pero no quisieron hablar con la prensa. El encuentro se reprogramó para la siguiente semana.

En torno al memorial en recuerdo de las víctimas de la explosión, de acuerdo con funcionarios consultados, todavía no existe un presupuesto asignado para su construcción e incluso no hay claridad sobre quién o quiénes ejecutarán el proyecto.

“DAÑOS IRREVERSIBLES”

A principios de mes, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) dio a conocer un análisis en el que confirmó daños irreversibles en suelo y contaminación del agua en la zona de cultivos donde explotó la toma clandestina en Tlahuelilpan.

“Lo que puede dar origen a graves perturbaciones tanto en los vegetales como en los animales que los consuman. Otro de los efectos desfavorables es la disminución del rendimiento de los cultivos, así como la contaminación a las aguas superficiales y freáticas por procesos de transferencia”, advierte la procuraduría.

A solicitud de la Fiscalía General de la República, la Profepa realizó el análisis de 27 muestras de suelo en un área de 3 mil 294 metros cuadrados, cuyos resultados arrojaron que ésta se encuentra impactada por hidrocarburos totales del petróleo en su fracción ligera y BTEX (benceno, tolueno, etilbenceno y xileno)”, marcados en la Norma Oficial Mexicana NOM-138-SEMARNAT/SSA1-2012, la cual establece los límites máximos permisibles de hidrocarburos en suelo.

“Los resultados de laboratorio indican que la zona más contaminada es la que corresponde a la ubicada dentro del canal de riego, principalmente en el fondo del canal. Esto debido a que fue ahí donde se concentró la mayor cantidad de combustible durante la fuga del hidrocarburo”, detalló la procuraduría.

CRONOLOGÍA

18/1/2019 Tras varias horas de fuga de gasolina, explota la toma clandestina.

3/3/2019 Muere último paciente internado en el IMSS a causa del siniestro.

3/4/2019 La Profepa señala “daños irreversibles” en el suelo de la zona de la tragedia.

Fuente: Francisco Villeda / Milenio 

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