VULNERABILIDAD

Por: Patricia Garcés
2019-05-16 17:57:52
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Soundtrack para esta columna: “Quédate en Madrid” de Mecano

“Y aunque intenté guardar la ropa
Al mismo tiempo que nadar
Me he resignado a ir en pelotas
Mientras dure el mar”

Queridos lectores, la quincena pasada en esta su columna favorita (ay si, ay si) escribí sobre las preguntas que uno se hace al inicio de una relación amorosa y ese momento en el que te cuestionas si: “aventarte al agua con todo o solo mojarte las puntitas de los pies”, pues verán, varios de ustedes me escribieron indignados preguntándome cómo era posible que me resistiera yo a “aventarme con todo” y que en estas cosas pues hay que tomar el riesgo.

Yo nunca dije ni sí ni no raza, nada más hice las preguntas, que ustedes se proyecten sobre lo escrito ya es otra cosa (y para eso es esta columna por cierto, me encanta que la sientan suya y que se arme el debate rico y suave).

A tono con la columna anterior les quiero hablar hoy de la Vulnerabilidad. Bueno, en primer lugar si les interesa el tema les recomiendo que vayan con LA experta en Vulnerabilidad Brené Brown, ella es una investigadora que trabaja para la Universidad de Houston y que ha estudiado exhaustivamente sobre este asunto. Tiene Charlas TED Talk, videos en YouTube, libros al respecto y recientemente un especial en Netflix que se llama “La llamada de la Valentía”, se los recomiendo ampliamente.

Verán ustedes, desde que decidí divorciarme de mi pareja de más de 22 años la Vulnerabilidad ha sido mi tema, quienes han pasado por un divorcio no me dejaran mentir que es como ir al infierno y regresar. Se experimentan una cantidad inusual de emociones, se cuestiona uno tantas cosas, salen tantos miedos y también, no sé de donde, tanto valor.

Y para allá voy con lo de la Vulnerabilidad.

Dice Wikipedia que la Vulnerabilidad (disculpen ustedes que la ponga con mayúscula, pero es que la Vulnerabilidad no es cualquier cosa, ¡oigan!) “se relaciona con la capacidad de un individuo o de una comunidad para enfrentar eventos peligrosos o dañinos específicos en un momento dado” y a partir de aquí permítanme citar varias ideas que doña Brené nos arroja en su especial de Netflix, ella dice que la Vulnerabilidad es “difícil, nos da miedo y la sentimos como algo peligroso, pero que no es tan difícil, temerosa o peligrosa como preguntarnos: “que hubiera pasado si…”” ¿A veda? El punto aquí señores es que si uno no se avienta con Tokio a algo, siempre, siempre nos quedamos preguntándonos: “¿Qué hubiera pasado si?… ¿cómo me hubiera sentido?… ¿cuál habría sido el resultado?…etc.

Es preferible entonces lanzarnos con todo a quedarnos con la duda, “El coraje y la Vulnerabilidad NO son lados contrarios del espectro” nos dice la Sra. Brown, o séase que si se ponen ustedes vulnerables se están apalancando en su valentía y en su coraje…anótenle.

Les cuento un poco sobre mí, toda la vida había vivido en Reynosa, Tamaulipas y de pronto se presentó la oportunidad de mudarnos a Tijuana, Baja California. Jamás había estado en TJ, no conocía la ciudad ni absolutamente a nadie ahí.

Tijuana, igual que Reynosa, tiene mala reputación (y ahí, es dónde todos se equivocan, ambas son ciudades adorables y valiosas por si mismas) y yo no sabía ni pizca de la ciudad ni de su gente salvo lo que se rumora, ya saben, lo usual, a los humanos nos encanta revolcarnos en la miseria y el chisme, ¿no?, bueno, el punto es que llegué y me encontré con una ciudad enorme, cosmopolita y con un “feeling” único.

No fue amor a primera vista pero si les puedo decir que tengo y siempre tendré a Tijuana en mi corazón. Pero me estoy desviando del tema, regresando a que no conocía yo a nadie, ¿Cómo haces amistades a finales de tus 30s?, pues como puedas…Ja. Y entonces me encontré en una actividad en común a una mujer que me pareció súper interesante, inteligente, simpática, buena onda, etc. etc. etc.

Y ahí tiene ustedes que me dije a mí misma: “mí misma, esta mujer tiene material para ser una buena amiga tuya, invítala a salir”… ¿Kha? ¿Kha? ¿Kha?, “¿Cómo que “invítala a salir”?… ¡que oso! ¿Y si no quiere? ¿Y si se burla? ¿Y si me dice que está muy ocupada? ¿Y si yo no le parezco tan cool como ella me lo parece a mí? ¿Y si le caí gorda a primera vista?” todas estas preguntas rondaban por mi mente señoras y señores, todas estas preguntas me hacían dudar sobre dar ese paso pero ¿qué creen?, que me digo a mí misma “suck it up, el no ya lo tienes, lánzate por el sí, quien quite es chicle y pega” y pues no están ustedes para saberlo ni yo para contarlo pero 4.5 años después esta mujer es mi mejor amiga en esa ciudad, somos increíbles juntas, nos hemos cambiado la vida una a la otra y nos ADORAMOS.

Por cierto, me dijo que “sí” la primera vez que le pregunté, nos fuimos a nuestro “date” y hubo un “click” instantáneo.

“La Vulnerabilidad es la clave para vivir una vida plena y llena de amor” dice Brené y yo les puedo decir que ¡SÍ! si no me hubiera puesto vulnerable y si no hubiera tenido el valor de invitar a Diana a salir (ya revele su personalidad secreta…!chin!) mi vida hoy sería MUY distinta y ¿saben algo? Mucho menos plena.

Pero ya me estoy extendiendo demasiado queridos lectores, ¿les parece si continuamos con este mismo tema la próxima semana? La Vulnerabilidad es de mis temas favoritos y tiene mucha tela de donde cortar.

Y así las cosas.



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Patricia Garcés

Reynosense. Licenciada en comercio internacional. Educadora sexual, Educadora y Consejera en Lactancia y Educadora en Salud Materna. Madre. #HomeSchoolMom. Sí, soy una de "esas feministas". Molestando a la humanidad desde 1976. Me gustan los perros. Nueva Karen por culpa de Ginger.

Correo electrónico: pat1228g@gmail.com

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