Tamaulipas / Soto la Marina

Pequeño Chernóbil Causa Muerte y Destrucción en Tamaulipas

N+. En Soto la Marina, Tamaulipas, un pozo de Petróleos Mexicanos que no fue bien sellado con cemento hace dos años, luego de que se detectara una fuga de gas natural, está provocando un desastre en la flora y fauna locales, y en los cuerpos de agua que desembocan en el golfo de México. Los habitantes aseguran que ya no puede crecer nada en ese lugar; dicen que es una zona de muerte y destrucción.

Mayra Bautista Soto, ambientalista en Soto la Marina, afirmó:

"La tierra está totalmente muerta, el agua está totalmente pesada. Yo le llamó un pequeño Chernóbil tamaulipeco, la verdad es impactante. Ves una neblina gris y eso es gas"

Los habitantes en el municipio Soto la Marina le llaman el pequeño Chernóbil tamaulipeco. La población sabe que permanecer mucho tiempo en este lugar podría significar la muerte. Se trata de una zona, cada vez más grande, afectada por una fuga de gas natural de un pozo mal cementado de Pemex.

Filiberto Omar Castro, habitante de Soto la Marina, explicó:

"Ya han venido varias autoridades y no han hecho nada, incluso aquí se han muerto animales, vacas, toros, caballos. Piensan que es un lago y a los poquitos días salen, se disecan, se van secando, se mueren, hemos visto carcajes de venados en las orillas también que se han muerto"

La fuga ya tiene dos años. El 14 de abril de 2021 brotó por primera vez. Se encuentra a ocho kilómetros de la Laguna Madre, en la zona costera de Tamaulipas. La naturaleza muerta provocada por los derrames ya superó las cinco hectáreas. Además de los géiseres, se observan burbujas de gas y líquido hirviendo en todo el terreno.

Los derrames del lodo contaminado ya alcanzaron un brazo del río Conchos que desemboca en la Laguna Madre, ubicada a un costado del golfo de México.

La ambientalista Bautista Soto reiteró:

"(Hay) merma de producción, ya no hay larva de camarón, tenemos casi dos años que no hay producción de camarón, no hay pesca. Lo respiran las comunidades; en las comunidades ya estamos teniendo problemas de piel, picazón en los ojos, en la garganta"

En tanto, el señor Adolfo Treviño Garza, ganadero de 85 años, dueño del terreno donde está la fuga, detalló:

"Estamos ante una desatención absoluta por parte de Pemex, conforme a la Ley de Hidrocarburos tiene obligación de atender cualquier daño. (La fuga está) afectando un área de aproximadamente 40 hectáreas"

Semanas después del impacto, la denunció a Pemex.

Petróleos Mexicanos le respondió que “no tiene responsabilidad alguna”, argumentando que “las instalaciones que se localizan en su inmueble se encuentran a cargo de la empresa Pantera Exploración y Producción 2.2”.

Semanas después, la empresa le respondió a Adolfo:

Pantera 2.2 declaró la no utilidad de los pozos. Toda vez que desde un inicio fueron declarados por Pemex como taponados, improductivos y secos

Por su parte, el dueño del predio comentó:

"Independientemente que sea uno u otro como concesionario deben reparar esa fuga. Hemos perdido más de 50 animales. En esa zona ya quebramos, definitivamente"

Lo único que realizó Pemex para tratar de contener el derrame tóxico, fue levantar unos diques de tierra que con el paso del tiempo se cuartearon como agregó la ambientalista.

"Esta línea que se ve es de lo que se ha cuarteado la tierra. Truena, aquí truena, ese día tuvimos que salir corriendo de ese lugar porque tronó muy fuerte"

Por el impacto ambiental, Adolfo Treviño también acudió a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, pero la Profepa le contestó que “no es competencia de esta procuraduría por tratarse de emisiones naturales de gas natural”.

Por último, acudió a la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente, órgano desconcentrado de la Secretaría de Medio Ambiente que a dos años de la fuga, continúa investigando.

Adolfo Treviño Garza concluyó:

"Es una tragedia ambiental. Se siente mucha decepción, se nacionalizó Petróleos Mexicanos para favorecer a los mexicanos. Si así actúa siempre es una vergüenza nacional Petróleos Mexicanos"