EXPANSIÓN. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó este lunes que existan fundamentos para que el país sea objeto de sanciones comerciales por parte de Estados Unidos, luego de que la administración de Donald Trump advirtiera medidas en respuesta a cambios en la operación aeroportuaria implementados en 2023.
“No hay razón para tener alguna sanción que tenga que ver con este asunto”, afirmó la mandataria en su conferencia matutina al ser consultada sobre las declaraciones de Washington. Subrayó que las decisiones tomadas por el gobierno mexicano obedecieron a un criterio para priorizar la seguridad operativa en el espacio aéreo capitalino.
El señalamiento de Sheinbaum responde al anuncio del gobierno estadounidense de que está evaluando represalias luego de que México rescindiera ciertas franjas horarias (slots) para aerolíneas estadounidenses en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), y obligara a las aerolíneas de carga a reubicar sus operaciones al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en las afueras de la capital.
Estas disposiciones, adoptadas durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador y mantenidas en el nuevo gobierno, han generado fricciones con transportistas aéreos estadounidenses, que alegan afectaciones a la competitividad y logística de sus operaciones.
El viernes pasado, el Departamento de Transporte estadounidense (DOT, por sus siglas en inglés) anunció un paquete de tres medidas que en los hechos constituyen una represalia regulatoria ante lo que considera acciones unilaterales de México que afectan la competencia y el acceso equitativo al mercado aéreo. Estas medidas son:
El gobierno mexicano sostiene que las decisiones han respondido a criterios de seguridad aérea, eficiencia operativa y fortalecimiento de la infraestructura aeroportuaria nacional, como parte de una estrategia para descongestionar el AICM y dar uso pleno al AIFA, inaugurado en 2022.
“¿Qué es lo que se privilegió? La seguridad”, reiteró Sheinbaum. Según el gobierno mexicano, los cambios se aplicaron tras recomendaciones de organismos internacionales, incluidos expertos en aviación civil, que advirtieron de los riesgos derivados de la sobredemanda de operaciones en el aeropuerto capitalino.
Pero del otro lado del sector, la preocupación crece. La Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero), que agrupa a aerolíneas comerciales, operadores de carga y otros actores del sector, advirtió que las medidas anunciadas por el DOT representan un “alto impacto” para la industria aérea y podrían afectar la conectividad, el flujo comercial y la competitividad entre ambos países.
“El retiro de la inmunidad antimonopolio afectaría no solo a las aerolíneas involucradas, sino a todo el ecosistema de transporte aéreo”, señaló el organismo en un comunicado. También hizo un llamado a reactivar canales institucionales de diálogo y cooperación para resolver las diferencias sin poner en riesgo la relación bilateral.
“Consideramos indispensable avanzar hacia soluciones conjuntas, con base en el diálogo y la cooperación”, añadió Canaero.
Aeroméxico, por su parte, confirmó que ya analiza la orden del DOT y que presentará una respuesta conjunta con su socio Delta en los próximos días. “Actualmente estamos revisando la orden y tenemos la intención de presentar una respuesta conjunta con Delta en los próximos días”, indicó Aeroméxico.