EJE CENTRAL. Por primera vez en tribuna de la Comisión Permanente, el coordinador de los senadores de Morena, Adán Augusto López, enfrentó los señalamientos por sus vínculos con Hernán Bermúdez, líder del grupo criminal La Barredora. Arropado por la plana mayor de la 4T, el legislador dijo que las acusaciones son calumnias y, como tal, si no manchan, tiznan.
“¡Su tiznadera me tiene sin mayor cuidado!”, exclamó mientras dirigía su mirada hacia la oposición.
Adán Augusto López, como nunca antes, permaneció la mayor parte del tiempo en el Salón de Sesiones. Repasó una y otra vez su discurso y ya en tribuna resaltó que a él no le asusta, ni le preocupa, comparecer ante cualquier autoridad.
“No inició Bermúdez conmigo, yo lo nombré (como secretario de Seguridad de Tabasco) en un momento de crisis de seguridad, en diciembre del 2019 y nunca, en mi ejercicio de gobierno, tuve algún indicio o alguna sospecha (de sus nexos con La Barredora)”, aseguró ante un Pleno que lo escuchaba atento.
Dijo que, como gobernador de Tabasco, con Bermúdez como su secretario de seguridad, disminuyeron los delitos de alto impacto como los homicidios, los secuestros y las extorsiones.
“Yo no necesito escudarme en el fuero para acudir al llamado o al citatorio de alguna autoridad local o federal”, respondió a la oposición luego de que la senadora del PAN, Lilly Téllez, presentó un punto de acuerdo para que el morenista deje su escaño y enfrente las acusaciones sin el manto del fuero.
“Debería salir esposado de este recinto”, le dijo la legisladora, quien resaltó que la presencia del tabasqueño pone en peligro la integridad física de los que asisten al Congreso.
Pronto, el debate se convirtió en un combate para ver quién había cometido más ilícitos al amparo del poder. En una esquina Adán Augusto López, y, en la otra, el senador y presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, a quien la Fiscalía Anticorrupción de Campeche acusa de desvío de recursos y corrupción.
“Alito” Moreno abrió la posibilidad de que lo encarcelen, por ser opositor, dijo, pues no hay pruebas de que haya cometido ilícitos.
“Si nos midieran con la misma vara a ti y a mí por lo que han inventado en los medios de comunicación, tú ya estarías en la cárcel Adán; porque yo no estoy acusado de violentar y de ir en contra de la paz y de la armonía del pueblo de México, yo no estoy acusado de tener vínculos con el crimen organizado, yo jamás tuve un solo funcionario que estuviera vinculado con el crimen organizado”, lanzó el priísta y, enseguida, los morenistas solicitaron la palabra para defender a su líder tabasqueño.
Alfonso Ramírez Cuéllar, vicecoordinador de los diputados de Morena, reveló que hay morenistas, incluso funcionarios del gobierno federal, que sugieren que “Alito” no debe ser desaforado, pues su presencia terminará por descomponer al PRI. Pero él, agregó, quiere que el priísta comparezca ante la Fiscalía de Campeche y pierda el fuero.
El líder del tricolor le gritaba desde su lugar: “¡mentiroso!, ¡no me amedrentas!”.
Adán Augusto López tomó varias veces la palabra, la mayor parte de las veces para enfrentar al priísta: “Al envalentonado clásico le digo: no somos iguales. Usted nunca ha sido un político brillante, lo que sí ha sabido es besarle el anillo, besarle la mano a quien le convenía, aunque después fuese a mordérsela”.
El debate duró casi dos horas. El panista Federico Döring, al ver a Adán Augusto López sin temor a ser castigado lanzó: “Claro, si alguien es el notario que lava todo el dinero que se robó (Andrés Manuel) López Obrador y sus hijos, si alguien es el notario que tiene todos los secretos de lo que se han robado, y se siguen robando, con empresas fantasma, pues seguramente estaría muy tranquilo”.
López Hernández demostró que tiene el respaldo de la 4T. Los presentes lo saludaron, lo abrazaron, platicaron y bromearon con él. El tabasqueño dejó claro que aún tiene poder en el Senado.