MILENIO. El juez Brian Cogan, de la Corte federal de Brooklyn, Nueva York, respondió a la petición del ex líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, sobre las limitantes para que el mexicano pueda tener contacto con su nuevo abogado, José Israel Encinosa.
Cogan determinó negar su solicitud debido que él no es la instancia adecuada para ello, ya que está encarcelado en Colorado, y en todo caso es el Buró de Prisiones (BOP) el responsable de sus condiciones de encarcelamiento, además de que El Chapo Guzmán no puede representarse ya a él mismo, sino que tiene que hacerlo con su abogado.
“Esta no es la corte apropiada a la cual solicitar tan medida, y, en cualquier evento, debido a que el acusado tiene un nuevo abogado recientemente designado en este caso, el acusado no puede buscar una mitigación por si mismo en esta corte”, explicó el juez Cogan luego de que fuera presentada una carta escrita por puño y letra de Guzmán Loera.
Cogan aseguró que hay dos razones particulares por las que no puede hacer nada para responder a la petición del narcotraficante, quien cumple una condena de prisión de por vida en la prisión de máxima seguridad de Florence, Colorado.
La primera, que aunque su Corte admitió a Encinosa como abogado de El Chapo, la determinación final pesa en el BOP, que es el que supervisa las medidas carcelarias del capo mexicano.
“Si el acusado está siendo privado de sus derechos constitucionales, incluyendo su derecho a una representación, debe solicitar una mitigación ante la corte federal del Distrito de Colorado, donde está confinado, luego de que hubiera intentado con todas las medidas administrativas con el Buró de Prisiones”, detalló sobre la primera razón Cogan.
En segundo lugar, el juez dijo que no aceptará ninguna petición hecha por el mismo líder narcotraficante, debido a que para eso tiene a su nuevo abogado.
“Con el abogado habiendo sido autorizado por la Corte para representarlo, la Corte se niega a considerar la petición para mitigación hecha por sí mismo por el acusado. Cualquier mitigación que busque debe ser a través del abogado que le representa”, concluyó Cogan.
Así, finalmente Cogan rechazó la petición de El Chapo para que se le autorice tener mayor contacto con su abogado y dejo en manos del representante el considerar alguna otra forma apropiada para presentar la petición de su cliente ante otra corte.
El 5 de agosto, Guzmán Loera envió una carta al juez Cogan, quien estuvo al frente del caso, el juicio y la primera moción para un cambio de sentencia.
En la carta escrita a mano, desde prisión, el 15 de julio, Joaquín Guzmán insiste en que es necesario que tenga acceso a una representación legal.
“De la manera más atenta respetuosamente le escribo lo siguiente. Me mandó decir el abogado José Israel Encinosa que ya va a ser tres semanas que usted autorizó que el gobierno le permita al abogado Encinosa que me pueda visitar y hablar por teléfono y escribirme pero hasta el día de hoy no le han autorizado mi llamada por teléfono”, se lee en la carta en poder del MILENIO.“Disculpe que lo moleste otra vez. De nuevo, hace alrededor de un mes y medio le escribí pidiendo de favor le autorizara al abogado Encinosa su petición de ordenar al gobierno que autorizara al abogado Encinosa que me pudiera visitar. Le doy las gracias por ordenar que le autoricen al abogado que me visite y me hable por teléfono y de nuevo lo molesto que le ordene otra vez al gobierno que le autoricen al abogado que me visite y me hable por teléfono ya que para mí es vital el abogado. De antemano le agradezco, Joaquín Guzmán L.”, concluye El Chapo.Carta de 'El Chapo' al juez Brian Cogan.ampliar
Encinosa representa al narco sinaloense desde el 1 de julio, según un documento de la Corte firmado por el abogado con sede en Florida.
Condenado a cadena perpetua en 2019 por dirigir una operación de contrabando de drogas a escala industrial, Guzmán se encuentra en la cárcel de máxima seguridad ADX Florence, en Florence, Colorado, conocida como el 'Alcatraz de las Rocosas', que alberga a algunos de los criminales más peligrosos de Estados Unidos.
Además de solicitar la realización de un nuevo juicio, lo que le ha sido denegado repetidamente, había denunciado sufrir un “tormento psicológico en la cárcel” porque no le dejan salir a tomar el sol, ni a comunicarse con otros presos, ni los guardias le hablan en español.
También se ha quejado de que le impedían hablar o recibir visitas de sus hijas y de su esposa Emma Coronel, que también estuvo condenada a tres años de cárcel por narcotráfico y blanqueo de dinero.