MILENIO. Un niño de apenas 3 años llegó por su propio pie a una tienda OXXO ubicada en la zona norte de Tampico, Tamaulipas. Eran las 3:44 de la madrugada de ayer jueves; tenía sangre escurriendo de su boca y, sobre todo, la necesidad de sentirse seguro.
Con un pantalón rojo de cuadros negros, una playera verde y calcetines azules mojados por la lluvia de la madrugada, el menor sorprendió a los trabajadores del establecimiento, que a esas horas mantienen las puertas cerradas por seguridad.
El bebé logró pedir ayuda en medio de una madrugada fresca, atípica en verano ante el intenso calor del puerto.
Encontró auxilio en la tienda de amarillo y rojo, ubicada en la esquina de las calles Emiliano Zapata y Felipe Ángeles, en la colonia José López Portillo, nombrada así en honor al presidente que prometió defender el peso “como un perro” y localizada en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de la ciudad.
La respuesta inmediata de los trabajadores fue sentarlo; en su boca aún tenía una mancha de sangre que contrastaba con su tez blanca, su mirada seria y su cabello mojado.
Le colocaron un abrigo para conservar el calor y llamaron a los Voluntarios de la Zona Sur de Tamaulipas, un grupo ciudadano equipado con ambulancia y personal que atiende emergencias y, en muchos casos, sustituye la labor de la Cruz Roja.
El menor pudo haber llegado al lugar por costumbre, quizá porque sus padres lo llevaron antes a comprar algún producto. Lo cierto es que ahí encontró resguardo.
Para tranquilizarlo, le prestaron un teléfono con animaciones infantiles. Todo era para mantenerlo ocupado mientras llegaban elementos de la Guardia Estatal.
Tras una espera considerable, una oficial cargó al niño y lo subió a una patrulla con destino a la Casa Hogar del DIF, donde recibió atención médica y pudo descansar.
Ya en manos de las autoridades, se informó que el menor tenía una lesión en la boca producto de una caída. El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia de Tampico dio a conocer que la Procuraduría estatal investiga el caso.
A las 10:00 horas de este jueves, los padres ya habían sido identificados e iniciaron automáticamente una investigación por parte de la Procuraduría del DIF de Tampico, ya que a esa edad un niño debe permanecer en casa, dormido y en un lugar seguro.
Este año ha abierto una estadística en este tenor, quizá impulsada por la visibilidad en redes sociales. Lo cierto es que los casos van en aumento.
Datos del Sistema DIF de Tampico indican que, de acuerdo con la Procuraduría, hasta el momento se han localizado cinco menores en situaciones similares: caminando solos en la calle durante la noche, auxiliados por ciudadanos.
Las edades van desde los 3 años —como el caso del menor de este jueves— hasta los 15, cuando ya existe más conciencia para dialogar y expresar problemas, pero también para cruzar una calle y correr menos riesgos.
Autoridades porteñas concluyeron que no se trata de un hecho aislado el caso del niño con pantalones de cuadros rojinegros que llegó al OXXO.
Algo ocurre, y no es positivo, para que cada vez más menores decidan salir de casa.
María del Carmen Díaz Barrios, regidora y presidenta de la Comisión de Grupos Vulnerables del puerto tamaulipeco, aseguró que “no es un hecho aislado”.
“Si los dos consanguíneos más cercanos que son padre y madre no se encuentran en el domicilio, porque salen a trabajar —el niño se ve en pijama—, entonces, ¿Cómo salió de su hogar? Él no sabe el domicilio, entonces si estaba al resguardo o si lo dejan solamente solo en casa o con vecinos. Eso es lo que se está investigando”, detalló.
Entre las hipótesis sobre por qué los niños llegan a las calles figuran la violencia familiar y el abandono por parte de personas que los dejan solos para realizar otras actividades.
“Lo que sí es común es que no hay quién se haga cargo a esta edad, cuando todavía no entran a la escuela; si los padres trabajan o si son hijos de madre soltera”, expuso la regidora panista. Te recomendamosEn Chiapas, menores de edad son capacitados para saber cómo actuar en casos de emergencia
Otros casos recientes
Uno de los episodios más recordados ocurrió en diciembre de 2024, a cuatro días de Nochebuena.
Un niño de siete años fue visto caminando por la calle Belisario Domínguez, en la colonia Nuevo Progreso, en el norte de Tampico.
Comerciantes de la zona consideraron extraño verlo caminar sin zapatos y avisaron a la policía.
Los elementos de seguridad enfrentaron dificultades para localizar a sus familiares. Tras algunos recorridos, el menor terminó en la Casa Hogar del DIF Tampico, donde finalmente fue recogido.
Nadie supo en ese momento por qué había salido de casa.
La regidora María del Carmen Díaz también señaló otro fenómeno en la ciudad: cada vez más abuelos se hacen cargo de los nietos.
Un antecedente se registró en 2022, en una administración municipal distinta, cuando MILENIO documentó varios casos detectados por el DIF.
Luis Lorente Herrera, entonces procurador del DIF Tampico, informó que acudían adultos mayores a solicitar que sus hijos se hicieran responsables de sus nietos.
“En un mes llegan hasta 20 abuelitos que quieren que sus hijos atiendan a sus nietos porque los tienen olvidados, no los mantienen o están en alguna situación vulnerable”, explicó en su momento.
Los adultos mayores buscaban asesoría porque ya no podían hacerse cargo, no por falta de voluntad, sino por sus condiciones económicas.
El abogado Édgar Cruz Reyes advierte que estos casos se pueden prevenir desde las escuelas, donde es posible detectar problemáticas sociales como la violencia.
Sin embargo, esa información suele quedarse en el entorno escolar.
“A veces lo que pasa en una escuela donde un niño es detectado con violencia, desde preescolar, primaria o secundaria, se atora en el entorno escolar. Lo que propongo es que exista comunicación con las diversas dependencias para darle seguimiento a los casos”, señaló.“Que de manera unificada y secuencial, trabajen las autoridades de escuelas a través de sus Credes (Centros Regionales de Desarrollo Educativo), órganos internos, en conjunto con las instituciones de justicia como las de DIF, las Fiscalías más que nada, estén enlazadas y puedan darle seguimiento a los asuntos”, expuso.
Muchas veces el DIF inicia investigaciones, pero debe frenarlas porque no se le autoriza acceso, lo que el especialista en derecho considera candados que deben eliminarse.
La presidenta de la Comisión de Grupos Vulnerables insistió en la necesidad de crear políticas públicas para resolver problemáticas que antes no eran tan comunes en Tampico.
“En la parte de Bienestar Social, que es la secretaría que se encarga ahora de los grupos vulnerables, están haciendo un programa de esta área de cuidados al adulto mayor, pero en este caso es a los menores que también son vulnerables, los niños, niñas y adolescentes, este resguardo”, indicó la funcionaria.
Ahora la exigencia es clara: actuar para evitar que un niño de tres años aparezca en la madrugada solo y desprotegido, en una ciudad que nunca termina de sorprender.