EXCELSIOR. El diputado federal de Morena, Manuel Espino Barrientos, se encuentra hospitalizado en terapia intensiva luego de sufrir un derrame cerebral la noche del miércoles 10 de septiembre. Así lo confirmó el coordinador de los diputados morenistas, Ricardo Monreal, quien explicó que el legislador fue intervenido quirúrgicamente de emergencia alrededor de las 21:00 horas.
De acuerdo con lo dicho por Monreal, el estado de salud del exdirigente nacional del PAN es delicado y se mantiene bajo estricta observación médica. Hasta el momento, no se ha dado a conocer un parte médico detallado sobre el alcance del daño cerebral ni sobre su pronóstico.
La noticia contrasta con la intensa actividad pública que Espino mostró en sus redes sociales apenas horas antes del incidente.
El 9 de septiembre, compartió un video desde el Congreso en el que celebraba la aprobación de la reforma al Artículo 73, que busca homologar penas contra la extorsión en todo el país.
Apenas 23 horas antes de su hospitalización, publicó una fotografía acompañado de jóvenes en la Cámara de Diputados, con el mensaje: “La juventud es la fuerza que renueva a México. Creo firmemente que apoyar a las y los jóvenes es invertir en el presente y en el futuro de nuestra nación”.
En la imagen, aparece sonriente, vestido con chaleco guinda y camisa blanca, posando junto a cuatro jóvenes que hacen gestos de victoria y corazones con las manos, reflejo de la faceta cercana y proactiva que buscaba proyectar.
Espino, de 65 años, ha tenido una trayectoria política singular:
Con una larga carrera en la vida pública, Espino ha sido una figura polémica por su tránsito entre diferentes fuerzas políticas, pero también reconocida por su experiencia en temas de seguridad y su vocación de diálogo.
La hospitalización de Espino ha generado mensajes de solidaridad desde distintos sectores políticos, y se espera que en las próximas horas el hospital emita un parte oficial que dé mayor claridad sobre su estado.
Por ahora, la confirmación de Monreal mantiene la atención en la salud de un político que, hasta el mismo día de su derrame, se mostraba activo, sonriente y comprometido con su agenda legislativa.