OEM. El cierre de la frontera de Estados Unidos desde julio pasado por el brote del gusano barrenador del ganado ha modificado el mercado de la ganadería mexicana.
Ahora los productores de Tamaulipas están enfocando su venta al mercado interno, donde los precios han repuntado.
De acuerdo con Gildardo López, presidente de la Asociación Ganadera de Reynosa, el kilo de becerro de 200 kilos pasó de 70 a casi 100 pesos, lo que representa un incremento del 42%.
“Estamos vendiendo en México y obteniendo mejores precios. Es un buen momento para el sector”, señaló.
El impacto positivo ha sido tal que ranchos antes abandonados están volviendo a la actividad.
López estima que un gran porcentaje de los ganaderos que se habían retirado están regresando, lo que permitiría que el hato estatal vuelva a superar el millón y medio de cabezas en 2026, tras haber caído a 800 mil hace apenas cinco años.
Pese al buen momento, el líder ganadero advirtió que los altos intereses bancarios de hasta 19% limitan la expansión del sector, ya que la ganancia neta por operación ronda solo entre 5 y 7%.
“Necesitamos créditos por debajo del 10%. A esas tasas sí podríamos operar y crecer”, subrayó.
Además, cuestionó que los programas federales de apoyo, como el anunciado recientemente por el Gobierno de México para fortalecer la cadena de producción cárnica, se diseñen con demasiadas restricciones que excluyen a los productores medianos y grandes.
“Los programas deberían abrirse a todos los ganaderos, sin importar el número de vacas. El impacto real está en quienes pueden mover volúmenes importantes”, dijo.
El cierre de exportaciones también ha tenido un efecto inesperado y es el de una mejora en la calidad de la carne disponible en el país.
“Ahora se queda en México el ganado de tipo europeo que antes se exportaba. Tenemos una carne de mejor genética y más jugosa que la que venía de Centroamérica”, explicó López.
Consideró que el bloqueo sanitario a la frontera estadounidense, lejos de ser una tragedia para la ganadería tamaulipeca, ha detonado un resurgimiento local, con precios atractivos, ranchos reactivados y un mercado nacional fortalecido.