ANIMAL POLÍTICO. En la sala de su casa y en silla de ruedas, condicionado a que su pareja o su mamá le ayuden a hacer prácticamente todo, Genn cuenta que no era usuario frecuente del servicio de transporte en moto y antes de 19 de septiembre pasado solo lo había ocupado un par de ocasiones.
Aquella mañana, relata, iba bastante tarde a su trabajo, por lo que no tomó su auto y decidió solicitar una Uber Moto. Apenas unos minutos después de iniciado el viaje, a la altura de Lomas de Sotelo, sobre Periférico, su vida dio un giro de 180 grados.
“Él iba manejando bien, no me puso nervioso en ninguna parte del camino (…) cuando llegamos a Periférico iba conduciendo sobre el carril central de la lateral y comenzó lentamente a dirigir la moto hacia el muro de contención. No comprendí lo que pasaba, no tenía sentido”, recordó Genn.
“Se dirigió al muro y se estampó (…) yo grité por el impacto y él empezó a voltear a ver qué había sucedido. Lo que pensé fue ‘bueno, pues se ha quedado dormido, ¿qué otra, qué otra puede ser, ¿no?’”, detalló.
Ya en la banqueta, Genn vio su rodilla destrozada. Sacó su celular y de inmediato llamó al 911. El chofer que lo transportaba permaneció arriba de su moto viéndolo mientras él buscaba ayuda.
Peatones y algunos motociclistas se detuvieron a ver lo que sucedía, mientras el chofer le decía que apresurara a los del 911 porque él tenía prisa.
La atención en la llamada, recuerda, fue muy lenta y lo atribuye directamente a que toda la atención y los servicios de emergencia estaban enfocados en participar en el macrosimulacro que se llevaría a cabo en menos de una hora.
“(El chofer) agarró y se fue, o sea, se peló sin decirme nada, sin hacer nada. De hecho, te prestan un casco para viajar en el servicio, y me dejó el casco. Corrió, huyó. No dijo más y ahí fue cuando los peatones me empezaron a preguntar que quién era ese hombre y yo les dije ‘pues es mi conductor de Uber’, y me responden ‘oye, pues se acaba de escapar, espero que tengas las placas’”, compartió.
Pasaron entre 40 y 50 minutos y la ayuda nunca llegó. A pesar de que por ahí circularon ambulancias y patrullas, ninguna se detuvo.
A través de su jefa —a quien notificó lo que estaba pasando— se hizo la solicitud de una ambulancia particular y fue así como pudo recibir atención médica.
Han sido dos meses en los que Genn ha tenido que enfrentar no solo la omisión de la app, también la burocracia institucional.
Pero no solo eso, pues mientras sigue buscando que la aplicación asuma la responsabilidad de lo sucedido, al tiempo que debe ir a sus terapias, también enfrenta la posible pérdida de su empleo, y es que esta última quincena ya no se la pagaron porque no se ha presentado a laborar.
—¿Tú sabías que este servicio es ilegal en la Ciudad de México?, se le preguntó.
—No. Yo no sabía ni me imaginaba que fuera un servicio ilegal, precisamente por la propaganda que veo en internet, en la calle y tal cual en la aplicación. O sea, si es un servicio disponible, yo quiero creer que todo está en orden, ¿no?, en regla, más tratándose de una empresa internacional, porque no es pequeña ni local —señaló.
Gastos médicos, compra de medicamentos, curaciones que pagar y un largo camino de sesiones de rehabilitación son apenas una parte de todo lo que Genn está enfrentando tras ser víctima de un accidente de un servicio ilegal que está operando con la tolerancia del Gobierno capitalino.
“No me puedo valer por mí mismo. Necesito ayuda para todo: para vestirme, para ir al baño, para cocinar… si pido comida no puedo bajar por ella, o sea, sí es un tema y pues mi mamá y mi novio han estado todo el tiempo conmigo apoyándome, pero también ha afectado sus vidas”, dijo el joven.
Este miércoles Animal Político informó que el gobierno capitalino ya dió un ultimátum a las aplicaciones que ofrecen el servicio de transporte en moto: si no dejan de ofrecer este servicio podrían perder todos sus permisos
Ya en el hospital, y después de una primera revisión, el diagnóstico que le dieron fue fractura expuesta de rótula izquierda, por lo que necesitaba entrar urgentemente a cirugía.
“Mi rodilla se partió en 10 pedazos, aproximadamente. Tengo tres clavos que la están manteniendo unida”, detalló el joven.
“Fue un proceso muy doloroso, un impacto muy grande porque imagínate, tú vas camino a tu trabajo (…) y de repente estás en el quirófano y te están induciendo anestesia por la columna… o sea, no estás entendiendo ¿por qué?”, abundó.
Los médicos no le garantizan una recuperación total. Le han señalado que es un proceso lento, por lo que debe tomar terapias de movilidad.
“Eso es una de las cosas más tristes de todo este caso porque realmente no hay una garantía de nada. O sea, tenemos fe y esperanza en que con la rehabilitación y la disciplina que yo le ponga voy a recuperar la movilidad al 100, pero es un hecho que mi rodilla no va a quedar al 100 %. Mucha gente me ha comentado que después de una fractura, incluso hasta con el cambio de temperatura, te llega a doler el hueso”, señaló.
Y a esto se suma la incertidumbre de qué pasará en el corto y mediano plazo, pues Genn, además de tener un empleo como creador de contenido, es drag queen, por lo que usar altas plataformas es parte esencial de su vida.
“Para no deprimirme aquí en el encierro y durante toda la recuperación quiero creer que voy a volver a estar como si nada (…) Le voy a echar todos los kilos, pero realmente un pronóstico garantizado no lo hay”, lamentó.
Después de superar la emergencia médica, Genn y su familia se dieron a la tarea de pedir respuestas y ayuda a Uber.
Tras el accidente, la prioridad del joven fue ponerse a salvo y ser atendido, por lo que llamó al 911, no a Uber. Al ver que la ayuda no llegaba, decidió echar mano de las redes sociales y hacer una transmisión en vivo para pedir ayuda, y también para dejar constancia de lo que estaba sucediendo.
“En el transcurso del quirófano y eso, mi pareja y mis compañeros de trabajo se enfocaron en realizar el reporte (a Uber) desde mi celular. Cuando desperté vi mi publicación que tenía varios comentarios de gente arrobando a la cuenta de Uber”, explicó.
En las redes, la aplicación contestó a los comentarios que distintas personas hicieron al video de Geen, pero directamente a él no le respondieron nada hasta días después cuando, a través de la app, le informaron que habían visto el reporte y que ya lo estaban investigando.
“Según las investigaciones, el conductor había resultado responsable por lo que su medida iba a ser suspenderle la cuenta. (…) y también se ponían a la disposición de las autoridades para colaborar con ellas en caso de que yo quisiera hacer alguna denuncia en contra del conductor”, contó Genn.
En tanto esto sucedió, una aseguradora se comunicó con Genn para hacer las gestiones del reembolso de los gastos médicos, mismos que aún no ha aceptado porque tiene muchas dudas, pues al firmar “me quitan el derecho de reclamo”
“He intentado de muchas formas comunicarme con Uber, o sea, haciendo ruido —siendo educado al dirigirme a ellos en todo momento—. He sido muy paciente y tolerante a pesar de que no recibo respuesta, a pesar de que cuando llego a recibirla es totalmente distinta y muy superficial que no responde nada de lo que yo realmente quiero saber”, subrayó.
Y es que cada que escribe en la aplicación, un ejecutivo distinto lo atiende, es decir, no hay un seguimiento personal de su caso.
“Cada respuesta que recibía era de una persona distinta, o sea, no había nadie real ahí enfocado, ni siquiera sé si son personas reales o si son bots o una computadora automatizando mensajes”, reprochó.
“Que se hagan responsables enteramente en vez de estar echando la pelotita e ignorar a las víctimas implicadas en su servicio”, pidió Genn a Uber.
En el viacrucis en búsqueda de justicia, Genn acudió a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México a interponer una denuncia en contra del chofer del servicio Uber Moto que huyó después de haberse accidentado en Periférico Norte.
Una denuncia que casi no se materializa porque después de que Uber suspendió la cuenta del chofer, no había datos para rastrearlo. Afortunadamente había guardado la información antes de que la cuenta desapareciera.
“La Fiscalía ya especificó en mi denuncia que la primera persona implicada en esto es el conductor, pero la denuncia básicamente es a quien resulte responsable”, informó y urgió a las autoridades capitalinas a que le brinden acompañamiento legal.
“(A la gente le digo) que se la piense muy bien antes de ocupar estos servicios porque ojalá que no les pase nada. Esta es la respuesta que podrían obtener si llegan a accidentarse (…) este es el proceder de estas empresas y estos son los riesgos y consecuencias reales”, subrayó.