Tamaulipas / Cd. Victoria

Tras denuncia, cae magistrado de Tamaulipas

El pleno del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) resolvió suspender por seis meses al magistrado José Miguel Trujillo Salceda, adscrito al Tribunal Unitario en Ciudad Victoria, Tamaulipas.

Se le señala por presuntos actos de nepotismo; acoso sexual y laboral; amenaza de muerte al personal que se negaba a presentar su renuncia; obligar a sus colaboradores del Tribunal a cobrar cheques por cantidades elevadas y depositarlas en cuentas de EU, así como obligar al personal del Tribunal a realizar trabajos para él, como chofer, meseros, limpieza, etcétera.

Trujillo Salceda ya había sido removido del cargo de titular del Tercer Tribunal Unitario del Decimoquinto Circuito, con residencia en Tijuana.

Desde mediados del año pasado, el magistrado enfrenta una denuncia de hechos, por obligar al personal a su cargo a cruzar a Estados Unidos para ingresar fuertes cantidades de dinero y regresar con mercancías.

La denuncia establece que los montos oscilaban entre 9,000 y 10,000 dólares en cada transacción, mismas que se repetían dos o tres veces por semana.

Cabe destacar que, en octubre del año pasado, una de las personas que el magistrado ordenaba cruzar a EU para depositar dinero en sus cuentas bancarias fue detenido por autoridades estadounidenses en la garita de San Ysidro, lo que se encuentra en investigación.

Fueron los propios empleados del Tribunal los que presentaron la denuncia ante el ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del CJF.

“El motivo de la suspensión es garantizar el éxito de las investigaciones que realice el CJF ante los hechos denunciados, así como una medida de protección para los justiciables y para el personal del Tribunal al que está adscrito actualmente dicho magistrado. Con esto, el pleno del CJF y su presidente, ministro Arturo Zaldívar, reafirman el compromiso que han trazado de cero tolerancia a la corrupción, al acoso sexual y a conductas deshonestas”, detalló el CJF.

Fuente: Jorge Monroy / El Economista

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