Trump lanza demandas para frenar conteo de votos en estados pendientes

Por: Administración
2020-11-04 21:40:40
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Reuters.- El presidente Donald Trump busca mantener vivas sus escasas opciones de reelección y comenzó a desplegar su estrategia legal con demandas sobre recuentos de votos en los estados que aún no han finalizado el escrutinio.

El equipo de campaña del mandatario, quien hizo de los ataques contra la integridad de las elecciones un asunto central de su campaña, presentó este miércoles una serie de demandas en Michigan, Pensilvania y Georgia respecto al conteo de los votos. También demandó un recuento en Wisconsin.

En el caso de Georgia, los abogados de Trump demandan que se separen los votos llegados a última hora del martes para asegurarse de que no sean contados.

La demanda, presentada contra la Junta Electoral del Condado de Chatham, solicitó a un juez que ordene al condado que asegure y contabilice las boletas recibidas después de 19:00 horas del día de las elecciones, según un documento judicial.

En el caso de Michigan, cuyos 16 votos electorales ya fueron adjudicados a Joe Biden, Ryan Jarvi, secretario de prensa de la fiscal general, la demócrata Dana Nessel, salió a defender el conteo.

“Las elecciones de Michigan han sido realizadas con transparencia, con acceso permitido para ambos partidos (…) para garantizar que se cuentan todas las papeletas de forma justa y precisa”, dijo Jarvi.

Los funcionarios de Wisconsin terminaron su recuento alrededor del mediodía, tras un esfuerzo durante toda la noche, y los resultados mostraron a Biden con una ventaja de poco más de 20,000 votos, o 0.6%, según Edison Research.

La campaña de Trump dijo de inmediato que buscaría un recuento, lo que está permitido por la ley estatal cuando el margen es inferior al 1%.

El equipo republicano también solicitó a la Corte Suprema que Trump pueda intervenir en un caso pendiente sobre si Pensilvania debería permitir que se acepten ciertas papeletas que llegan a último momento y fueron enviadas antes del día de la votación.

Las maniobras son un esfuerzo para impugnar los resultados de una elección aún indecisa un día después de que millones de estadounidenses acudieran a las urnas en medio de la pandemia de coronavirus que ha trastornado la vida cotidiana.

Biden dijo que todos los votos deben contarse. “Nadie nos va a robar nuestra democracia, ni ahora, ni nunca. Estados Unidos ha llegado demasiado lejos. Estados Unidos peleó demasiadas batallas, Estados Unidos soportó demasiado para permitir que eso suceda”, señaló.

Trump está tratando de evitar convertirse en el primer presidente en ejercicio en perder la reelección desde George H.W. Bush en 1992.

Efecto pandemia

Las votaciones concluyeron el martes por la noche, como estaba previsto, pero muchos estados a veces tardan días en contar todos los votos. Hubo un gran aumento del sufragio por correo a nivel nacional, en medio de la pandemia del coronavirus.

Estados muy disputados como Arizona, Nevada, Georgia y Carolina del Norte siguen contando sufragios, lo que deja aún en duda el resultado de los comicios a nivel nacional.

Trump lideraba en los dos estados sureños, Georgia y Carolina del Norte, así como en Pensilvania. Pero si el republicano pierde Wisconsin y Michigan, tendría que ganar los tres además de Arizona o Nevada, donde Biden lideraba en los últimos recuentos.

Por el momento, sin incluir Wisconsin, Biden supera a Trump 243-213 en los votos del Colegio Electoral.

Biden va a la cabeza en Arizona, un estado clave con una gran población latina, lo que le convertiría en el segundo candidato presidencial demócrata que gana en el estado en 72 años. Trump venció allí en 2016.

En Pensilvania, Trump lidera por unos 200,000 votos, mientras las autoridades electorales contaban millones de sufragios por correo, que se cree que puedan beneficiar a Biden. El jefe de campaña del mandatario, Bill Stepien, lo declaró ganador en ese estado aunque el recuento no se ha completado.

En el voto popular a nivel nacional, Biden aventajaba con comodidad a Trump el miércoles, con unos 3 millones más de sufragios. El republicano ganó en 2016 a Hillary Clinton gracias a que venció en estados cruciales, a pesar de que logró unos 3 millones menos de votos.