Don Miguelito: camino por dos meses para llegar a Tampico

Por: Administración
2020-11-16 12:35:40
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Hay un dicho que dice que una persona siempre vuelve al sitio a dónde fue feliz, y la muestra de esto es don Miguelito, quien caminó durante más de dos meses para llegar a su objetivo.

Miguel Mariscal Guzmán es un señor de 65 años que hace más de dos meses salió de San Luis Río Colorado, inició su andar por las carreteras de San Luis Potosí a pie, solo con una carretilla en donde carga sus pertenencias.

“Inicié a caminar porque no tenía para el autobús, pal pasaje", externó Don Miguelito, así que solo dependía de su deseo de llegar a Tampico y la ayuda de los viajeros que le daban aventón, o de otros que se acercaban a ver qué le hacía falta.

Pasaron los días en plena pandemia y al señor lo seguían viendo a las orillas de las carreteras, lo fotografiaban en las gasolineras o sitios donde había sombra, zonas en donde solo aprovechaba para descansar.

Apenas ayer, en Rayón, San Luis Potosí, las autoridades municipales vieron en redes sociales la historia de Miguelito y le pagaron el boleto de autobús hasta Tampico, el sitio más cercano a su objetivo.

Adorable San Martín Cárcamo, una mujer que vive en Ozuluama, llegó a buscar a la Central al viajero pero no lo encontró. Contó a MILENIO Tamaulipas que el señor estuvo viviendo tres años en su casa, pero que se regresó a San Luis Colorado.

Al llegar a la terminal la mujer no pudo encontrar al abuelito, así que decidieron emprender la búsqueda la tarde-noche del miércoles y el jueves muy temprano sin mucho éxito, incluso se regresaron a su hogar.

Cuando la señora San Martín y su esposo iban llegando a Ozuluama, pudieron encontrar a Miguelito que ya estaba cerca de la comunidad y, sin explicar cómo llegó hasta allá, solo les dijo que se quería quedar a vivir permanentemente en Ozuluama.

¿Está cansado? 

“No, me siento muy bien, estoy muy contento, ya me voy a quedar a vivir aquí en Ozuluama, por eso me vine caminando para acá", relató el intrépido abuelito, a quien no le importó el calor, el hambre o el coronavirus, todo por cumplir su objetivo.

Las personas con las cuales vivirá en dicho municipio de Veracruz no son sus familiares, ellos lo ayudaron una vez que Don Miguel andaba caminando a orilla de la carretera y le ofrecieron comida, abrigo y calor de hogar durante tres años.

El señor de la carretilla es de muy pocas palabras, le cuesta escuchar algunas cosas, pero tiene la condición física que envidiaría cualquier joven de 20 o 30 años, la resistencia de no claudicar ante las adversidades.

Fuente: Jesús Alberto García / Milenio