NO ESTOY BIEN

Por: Patricia Garcés
2021-03-02 15:05:38
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Soundtrack para esta columna: I Am Here, Pink.
“I am here, I am here
I've already seen the bottom, so there's nothing to fearI know that I'll be ready when the devil is near
I am here, I am here
All of this wrong, but I'm still right hereI don't have the answers, but the question is clear”

Resulta que hace un año mas o menos, sí, coincidiendo con el inicio de esta bendita pandemia mi cuerpo comenzó a enviarme señales de que algo no andaba bien. Hice lo razonable en este caso, buscar una proveedora de salud que me pudiera acompañaren el proceso. En Tijuana tenía una ginecóloga maravillosa y por experiencia propia,habiendo vivido en esta ciudad más de 30 años, sabía que no iba a ser tarea fácil dar con alguien con las características que buscaba y busco. Obviamente pedí recomendaciones, y bueno, para no hacerles el cuento largo llevo 5 proveedoras y proveedores de salud diferentes (convencionales, súmenle la medicina alternativa) y aun nadie me ha ayudado a resolver la situación.

De entrada, zambullirme en el sistema de salud no es algo fácil para mí, me choca la verticalidad, la actitud de superioridad que caracteriza a muchos proveedores y proveedoras de salud, las cosas que te explican como verdades absolutas cuando tu tienes otros datos, la manera en que descalifican tu opinión, tus sentimientos, tu experiencia, tus vivencias y bueno, la maravillosa cereza del pastel de esta pandemia: Te sacan en 10 minutos de la consulta, aterrados de que los vayas a contagiar de ya saben que, no se dan el tiempo ni de escucharte, ni de explicarte ni mucho menos, obviamente, de contenerte.

Estudios y más estudios, opiniones encontradas, gastos y mas gastos, caras largas, mansplaining, recetas (no me encantan las medicinas), la esperanza de que ahora si se va a “arreglar” la situación solo para que regrese con mas fuerza, medicina alternativa, meditación, alimentación, ejercicio, leer, buscar, buscar y buscar.

Me choca la gente hipocondriaca y ahora me siento una de ellas. Para mí la enfermedad es debilidad y yo NO soy una persona débil ¿o sí? sentir que no puedo hablar de mis síntomas con casi nadie, que ya fastidio con el tema, también me fastidio a mí misma de sentirme así.

Escuchar todo tipo de opiniones, consejos no solicitados,pareciera que todo mundo sabe como resolver esto menos yo. Días en los que no quiero levantarme de la cama, mi cerebro me traiciona y no me permite pensar con claridad, todo se ve nublado. Ganas de no hablar con nadie y no saber de nada. Hay demasiado pasando “allá afuera” y yo no puedo manejarlo.

Sentir que mi salud mental también se debilita. Tratar de ver el vaso “medio lleno”, contar mis bendiciones, escuchar de otras personas lo “afortunada” que soy cuando no me siento así. Sentirme desacreditada todo el tiempo, ver como minimizan lo que me esta pasando con un: “es la edad” ¿Qué chingados proponen? ¿dejo de cumplir años? “Es el sobrepeso” ¿Ser talla 6/8 ya atrae toda esta hecatombe? Lo dudo mucho. “Es la pandemia”…ah chido, ¿eso como lo arreglamos?, “no te enfoques tanto en tus síntomas” eso es algo que sólo alguien a quien no le hormiguea el cuerpo de los pies a la cabeza puede decirte o la maravillosa joya: “a los 40 todas se desvielan”, claro, porque las mujeres y nuestra salud sólo valemos la pena en nuestro periodo reproductivo y a veces ni eso.

Es muy difícil transitar algo así sin suficiente acompañamiento empático, aunque claro que agradezco que sí he tenido compañía para ir a las consultas (antes, siempre iba sola a cuestiones de mi salud y la verdad es que es maravilloso ir acompañada), para la búsqueda de los N proveedores, de las medicinas y me han contenido de la mejor manera que han podido y he sentido todo esa amor y preocupación, por lo mismo es difícil para mí quejarme de cómo me siento cuando de verdad, pocas cosas me repelen más que la gente que se queja.

No puedo responder con un “bien” cuando alguien me pregunta: “¿Cómo estás?” por eso prefiero retirarme y mantener contacto mínimo con las personas que me rodean. Ahorita todo me cae mal, ahorita todo me rebasa, perdí hasta mi sentido del humor, ya no me puedo reír ni de mi misma y eso si esta muy jodido.

Encima de todo esto la vida no para, a la vida la vale madres como estoy y como me siento, las cosas siguen pasando, las broncas llegan, los pendientes, los desacuerdos con la gente cercana, un hijo entrando en la pre adolescencia al que hay que guiar y un largo etcétera que prefiero ya mejor no detallar.

Lamento el tono de la columna tanto como lamento el sentirme así. Tal vez el primer paso es aceptar que sí, las olas vienen una tras otra y trato de pararme, pero apenas me paro me tumba una nuevamente, mas fuerte que la anterior. Y a veces, simplemente, una ya no quiere hacer el esfuerzo de nadar.

Y así las cosas.



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Patricia Garcés

Reynosense. Licenciada en comercio internacional. Educadora sexual, Educadora y Consejera en Lactancia y Educadora en Salud Materna. Madre. #HomeSchoolMom. Sí, soy una de "esas feministas". Molestando a la humanidad desde 1976. Me gustan los perros. Nueva Karen por culpa de Ginger.

Correo electrónico: pat1228g@gmail.com

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