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Analiza México disponer de línea de crédito flexible del FMI: Herrera

ARISTEGUI NOTICIAS. En los próximos meses, funcionarios de la Secretaría de Hacienda y del Banco de México analizarán la posibilidad de utilizar la Línea de Crédito Flexible (LCF) que el país tiene disponible con el Fondo Monetario Internacional (FMI), señaló el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera Gutiérrez.

“Estas líneas de crédito flexibles son aprobadas por dos años, el último año donde hubo una aprobación entera fue en 2019, de tal forma que en noviembre de este año viene la revisión del tamaño y de la utilización”, dijo el funcionario en conferencia de prensa luego de su participación en las reuniones de primavera virtuales del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Reconoció que en su reunión con directivos del FMI conversó en torno de la línea de crédito que México tiene firmada y que está asociada a problemas de balanza de pagos. “Conjuntamente (con directivos del FMI) pensamos que valía la pena explorar y (ahora) tendremos conversaciones con el Banco Central, con el Banco de México, si es posible ampliar el posible uso de los recursos y, en esa medida, es algo que acordamos que iremos realizando en las próximas, en los próximos meses”, expuso el titular de Hacienda.

Las LCF son una forma de financiamiento del FMI, tienen carácter revolvente, que pueden firmar a 1 o 2 años, en el entendido de que en este último caso se requiere de una revisión de medio término y que sólo tienen acceso países que cumplen con ciertos criterios de disciplina fiscal y estabilidad macroeconómica.

La línea de crédito de que dispone México fue firmada en 2009 para hacer frente a la crisis financiera de ese año, por un monto de 31 mil 528 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG, alrededor de 46 mil millones de dólares), y se ha ido aumentando o disminuyendo según las necesidades, y se calcula que actualmente asciende a 63 mil millones de dólares, y que el costo de disponer de ella aún sin ser utilizada es de 200 millones de dólares anuales.

En lugar de utilizar una parte del crédito, México también podría decidir en noviembre próximo reducir el monto disponible y, por tanto, el costo anual de contar con ese crédito aunque no lo utilice.

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