Opinión / Entomafobia

Un breve comentario sobre el gabinetazo entrante

La virtual presidente electa ha ido anunciando a quienes formarán su gabinete por capítulos semanales (como la serie de Paco Stanley).

En las primeras dos entregas me sorprendieron gratamente algunos nombres de probado profesionalismo, otros que merecen el beneficio de la duda... no entendí bien el nombramiento de Alicia Barcenas en Medio Ambiente (ella es una diplomática de carrera y fue una secretaria de relaciones exteriores que dejó mucho que desear con su background -básicamente fue otro florero-)

No me sorprende lo alejado que queda Ebrard de la dignidad al aceptar un cargo en el gobierno de alguien a quien acusó de tramposa y corrupta... Pero en sus encargos ha demostrado que sirve de apagafuegos, veremos si en Economía logra algo.

Me genera completa desconfianza la fiscal carnala en consejería jurídica, Godoy garantiza muchas vendettas y muchos escándalos y mucho ruido y pocas nueces, porque sabe hacer escándalo, pero no armar un caso...

En el último capítulo de la tragicomedia, exceptuando a un par, hay puras red flags: El florero que estaba en seguridad, pasa a gobernación, a Rosa Icela la quieren para que haga lo mismo que hizo Olguita y lo que hace la niña Alcalde: NADA.

Ariadna Montiel repite en Bienestar, no quieren perder la caja chica de Morena y menos transparentar los recursos desviados de este barril sin fondo de corrupción.

Lo peor: Una PÉSIMA señal la designación de Mario Delgado a la SEP. Lo más dogmático de Morena no debería poner sus pezuñas en la educación de las infancias. Mención aparte sus señalamientos de enriquecimiento ilicito y sus vínculos con el huachicol.

Otra señal desconcertante, García Harfuch a Seguridad... seamos claros, López Obrador detesta a Omarcito porque es de la escuela de Cárdenas Palomino (y García Luna, dicho sea de paso) y por el pasado familiar (militar y policiaco) que lo remite en su mentecita loca (y en la de muchos de nosotros también) a Tlatelolco y al Halconazo. Seamos honestos, el cuento del Super Policía y del Batman Chilango fue mera prensa, bien colocada, se sabe que antes de su llegada al equipo de Sheinbaum era un policía mediocre, corrupto y ligado al CO. Los jefes de las policías de Calderón le salvaron el pellejo porque ya estaba por ser dado de baja ya que no aprobaba los exámenes de confianza.

Un personaje tétrico, pero más tétricas las intenciones de llevarlo a un gabinete... al tiempo.