Opinión / Entomafobia

No, Señor Presidente, no

Mis queridos entomafóbico ¿Cómo están? ¿Cómo les va en estos tiempos de transformación profunda que más parece gata revolcada?

Oigan ¿se dieron cuenta que el ex presidente Calderón estuvo muy activos en días pasado? Y es que torpemente actores de la 4T lo jalaron al ruedo con el tema de la Policía Federal y el otro ansioso de reflectores, pues brincó. Pero ya pasaron sus 15 minutos y parece ser que él y Doña Margara se van a quedar sin partido, porque la ex pareja presidencial nada más no jala.

Javier Duarte, el exgobernador de mi tierra veracruzana anda más sonriente que nunca porque después de su vídeo donde “revela” que él se entregó, no lo capturaron, dejando muy mal parado a mi Lord Peña. Pues un juzgado ya le tumbó una de las sentencias de 9 años y le devuelve propiedades ¿estará más cerca de pisar la calle?

Por fin, lentos, pero trabajando, la Secretaría de Hacienda interpuso demanda contra el líder de los petroleros, Carlos Romero Deschamps y familia, que, con todo y que ya no tiene a su lado al abogado (ahora preso) Collado, ya está bien amparadito.

Baja California es otro de los temas que se quedaron en el tintero, pero para resumirlo: con la ampliación de mandato del impresentable Bonilla en la gobernatura del estado demuestra que Morena no puede ocultar su ADN priísta y que el PAN se comporta servil como el PAN de siempre.

Corto abruptamente. En la mañanera de este lunes nuestro tlatoani, cabecita de algodón criticó visceralmente a la Revista Proceso porque han tratado mal a la transformación de cuarta. En un discurso que, se resume en un “están conmigo o están contra mí” (así, en singular) que fue respondido por un reportero de la revista aludida. López Obrador quiere que la prensa sea militante (por no decir aplaudidora), la crítica simplemente es intolerable. Me tomo la libertad de dirigirme al prejidente.

Sr Presidente Andrés Manuel López Obrador: No.

El periodismo militante, de la corriente que sea, sirve a los intereses de grupos específicos, de gobiernos pasados y actuales.

La función del periodista es informar, lo que sea, como sea, guste o no al gobernante en turno.

La función de la prensa no es "portarse bien", no es "apoyar" (ni obstaculizar) ningún proyecto de gobierno. La función de la prensa es hacer público hasta los claroscuros de cada decisión.

Nuevamente se ensaña con la Revista Proceso que ha seguido una misma línea editorial desde su fundación: Cuestionarlo todo, investigarlo todo y hacerlo público. Línea que no debería cambiar sólo porque usted llegó a la presidencia.

Cobarde, me parece, el jugar la carta de los muertos, el escudarse en el nombre de Don Julio Scherer para pretender descalificar el trabajo de investigación y editorial del semanario.

No, señor presidente, la prensa no debe ser aplaudidora, la prensa debe ser objetiva: si hay claroscuros, se deben llevar a la luz del ojo público. Aunque eso ponga en el ojo del huracán a su consejero empresarial Ricardo Salinas con el escandalo de Fertinal (sí, la empresa chatarra por la que traen al garete a Lozoya) y esto salpique a su 4T a través de su secretario de educación, Esteban Moctezuma.

No señor presidente, usando un refrán que usted conoce bien: A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. La prensa debe informar, reconocer lo que está bien hecho (que no aplaudirlo) y señalar lo que no.

 

Hasta la próxima.

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