NMAS. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, consideró que si los fabricantes de autos se van de México por los aranceles que el mandatario estadunidense, Donald Trump, busca imponer a las importaciones de nuestro país, con los que la industria automotriz se vería afectada, “perderían el mercado nacional”.
En la conferencia mañanera de hoy, 14 de febrero de 2025, Sheinbaum fue cuestionada sobre el caso de Nissan, después de que Makoto Uchida, CEO de la firma japonesa, mencionó que contempla la posibilidad de trasladar su producción a otro lugar, si se imponen aranceles altos.
Y es que desde su primer día como presidente de Estados Unidos, Donald Trump reiteró su amenaza de imponer el 25% de aranceles a los bienes de México y Canadá, medida comercial por el que la industria automotriz sería una de las más golpeadas, pues nuestro país es el principal proveedor de automóviles y autopartes del mercado estadounidense.
Claudia Sheinbaum destacó que “Nissan tiene una planta grandísima en Aguascalientes” y la mayoría de la producción que ahí se fabrica es para el mercado nacional.
Las plantas automotrices tienen un nivel de robotización muy impresionante, son plantas de última tecnología las que están en México.
La mandataria señaló que a su Gobierno le interesa que uno de los autos híbridos de Nissan, que es 80% eléctrico, 20% gasolina, y que se fabrica en México, es para el mercado nacional y con él se puede reducir la contaminación.
Entonces, si se van de México, “perderían el mercado nacional (…) Son empresas de capital no mexicano, pero sus vehículos son principalmente para el mercado nacional, no para la exportación, además, el arancel es para todo el mundo”.
Sin embargo, el 25% de aranceles para México están en pausa, luego de que Sheinbaum logró acuerdos con Trump, entre ellos, enviar a 10 mil elementos de la Guardia Nacional a la frontera con Estados Unidos, contra el tráfico de personas, droga y de armas.
De acuerdo con el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, con la aplicación del 25% de aranceles a las importaciones de México, 12 millones de familias estadounidenses se verían afectadas.
Además, los consumidores estadounidenses pagarían un monto adicional de 10 mil 427 millones de dólares, lo que provocaría el aumento de la inflación.