INFOBAE. A menos de dos meses de concluir su periodo como presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña afirmó que su papel en la conducción del órgano legislativo fue institucional y se apegó a las normas del Congreso, a pesar de las tensiones con legisladores de oposición.
El senador rechazó que figuras como Lilly Téllez (PAN) o Alejandro Moreno (PRI) hayan representado un antagonismo directo hacia su persona y atribuyó las críticas a una estrategia partidista que busca entorpecer el debate parlamentario, no a confrontaciones individuales, dijo en el foro Entre Dichos, con el periodista René Delgado.
El legislador, quien asumió la presidencia de la Mesa Directiva como parte del acuerdo rotativo en la cámara, concluirá funciones el 31 de agosto. Destacó como uno de los principales resultados del periodo la aprobación de la reforma judicial, llevada a cabo pese a la interrupción del Pleno por senadores opositores.
Cuestionado por su estilo en el cargo, aseguró que su desempeño ha sido compatible con las exigencias institucionales, aunque dejó claro que no comparte ni representa las posturas de PAN y PRI, al considerarlas políticamente minoritarias.
En relación con las tensiones durante su gestión, sostuvo que los señalamientos provenientes de Acción Nacional buscan deliberadamente generar confrontaciones y deteriorar las sesiones legislativas. Mencionó que dirigentes como Marko Cortés y Ricardo Anaya han replicado la conducta de la senadora Téllez, a la que vinculó con una lógica de provocación.
Respecto a Alejandro Moreno, dirigente del PRI, el senador mantuvo una postura crítica y cuestionó la legitimidad de su permanencia al frente del partido, acusándolo de modificar estatutos para asegurar su reelección y debilitar a esa fuerza política.
Fernández Noroña descartó haber recibido llamados de atención o reconvenciones por parte de la presidenta Claudia Sheinbaum. Afirmó que las diferencias dentro de Morena forman parte de cualquier movimiento político amplio, y que no representan fracturas internas.
También negó que existan restricciones a la libertad de expresión dentro de su partido, y aseguró que continuará ejerciendo su voz con mayor intensidad al volver a su papel como senador sin cargo directivo.
Finalmente, dijo estar conforme con el balance de su gestión, y aunque expresó que el periodo de un año fue breve, respaldó la decisión de aplicar la alternancia de género en la presidencia de la Cámara.
Fernández Noroña se despidió el pasado 1 de julio del Pleno del Senado, al considerar que probablemente fue la última sesión que le corresponderá encabezar, pese a que su gestión como presidente de la Mesa Directiva concluye oficialmente el 31 de agosto.
Durante su intervención, calificó este encargo como el punto culminante de su carrera política. “Presidir la Cámara de Senadores es un honor indiscutible, un privilegio. Me lo llevo en el corazón. Es la parte más importante que yo haya tenido a lo largo de mi carrera política, y miren que atesoro muchos momentos en la lucha social”, afirmó.