MILENIO. Fueron 10 días de pruebas intensas y extenuantes. El equipo de Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano demostró su adiestramiento frente a los Ejércitos del continente al obtener el segundo lugar en la competencia Fuerzas Comando 2025, celebrada en El Salvador.
En primer sitio se ubicó Colombia, y en tercero El Salvador. La delegación mexicana se distinguió particularmente en el tiro de precisión —los francotiradores— y en el combate cercano —el llamado tiro de asalto—, donde obtuvieron el primer lugar.
Esta competencia, que bien podría llamarse la olimpiada de las Fuerzas Especiales de América, es el evento más exigente de la región para unidades de élite. Pero para los “murciélagos” mexicanos, fue casi un paseo por Michoacán, Culiacán o cualquier otro rincón donde la realidad supera cualquier simulacro.
Las pruebas incluyeron:
Cada prueba está diseñada para exigir el máximo nivel de concentración, trabajo en equipo y resistencia. Una de las más demandantes: la prueba de inserción acuática.
Desde un helicóptero Chinook, realizan un sembrado: un salto de cinco metros con mochila de 20 kg. Luego suben a una lancha Zodiac, reman un kilómetro, nadan otro kilómetro, toman la playa, guardan las aletas y el equipo, cargan la mochila, toman el fusil y corren ocho kilómetros.
En entrevista con M22H, el Capitán del Arma Blindada Jesús Cárcamo Barroso habla de esta competencia en la que participan “los mejores”.
Confiesa: —“Fue una competencia demasiado reñida. Se veía en cada uno de los puntajes que salían día con día. Yo creo que es una de las competencias más pesadas en las que hemos participado”.
—“De por sí ya estamos acostumbrados a estar desvelados, trabajar y todo, y nunca decir que no”.
“Fuerzas Comando” es un ejercicio anual que reúne a los equipos de operaciones especiales más selectos de 16 naciones del hemisferio occidental. Más allá de la competencia, el evento fortalece los lazos de cooperación y el intercambio de conocimientos entre las unidades militares.
Este año participaron equipos de:
México participa por segundo año consecutivo en esta competencia, reafirmando su compromiso con la cooperación multinacional y el perfeccionamiento táctico. En 2024, el equipo mexicano se coronó campeón en Panamá, superando a potencias como Colombia y Estados Unidos.
Para el próximo año, se anunció que Paraguay será la sede de “Fuerzas Comando 2026”, un honor que refleja la confianza internacional en sus fuerzas armadas y una nueva oportunidad para que México demuestre su liderazgo en la élite militar.
El General Brigadier del Estado Mayor, José Benito Romero Líbano, comandante del Cuerpo de Fuerzas Especiales del Ejército, explica por qué se les llama “Murciélagos”:
—“Operamos en horas de oscuridad y empleamos el sigilo como radar. Es una forma de identificarnos como tropas entrenadas para trabajar de noche y en condiciones difíciles. Es decir, un murciélago puede operar en donde sea, en la oscuridad total, y lograr que la misión se complete. Así: donde sea, como sea, cuando sea”, enfatiza el General.
Fuera del juego y la fraternidad, las Fuerzas Especiales cumplen misiones quirúrgicas sobre objetivos específicos y de corta duración. —“La capacitación es mucho más intensa, completa, y exige gran resistencia física y moral”, agrega.
En esta edición se evaluó el preparamiento táctico, tanto de tiradores de precisión como de asalteros, lo que evidencia la especialidad del Ejército Mexicano. El equipo mexicano utilizó fusiles Accuracy calibre .308, conocidos por su alta precisión y peso considerable.
Se evaluaron habilidades de tiro con pistola y fusil, tanto a largas como a cortas distancias, así como combate cercano y capacidad física. Cada integrante del equipo puede correr desde 4 hasta 20 kilómetros con carga.
—“Sí, todo el equipo, el armamento y todo. Ya de ahí, cuando llegan al final de la prueba, tiran con pistola a 25 metros y con fusil —en esta ocasión— hasta 100 metros”.
Pero más allá del podio, el verdadero campo de prueba está en casa. En los últimos años, el despliegue de fuerzas especiales del Ejército Mexicano ha dejado de ser una medida excepcional para convertirse en una herramienta recurrente de intervención táctica en zonas de alta conflictividad.
Sinaloa ha sido escenario de múltiples y frecuentes despliegues de fuerzas especiales del Ejército Mexicano. En el último año, se han documentado envíos de tropas a Culiacán. La recurrencia de estos movimientos revela un patrón de reforzamiento constante, con contingentes de entre 100 y 150 elementos que se suman a una presencia militar ya considerable en el terreno.
El 5 de agosto de 2025, por instrucción de la presidenta Claudia Sheinbaum, fueron trasladados 90 elementos del Cuerpo de Fuerzas Especiales al estado de Jalisco para contener la actividad de grupos criminales. El tamaño reducido del contingente sugiere una intervención quirúrgica y reactiva, orientada a neutralizar movimientos específicos mediante inteligencia táctica.
El 28 de mayo de 2025, un trágico incidente en Los Reyes, Michoacán, evidenció los riesgos extremos que enfrentan las fuerzas especiales en zonas de conflicto. Ocho elementos del Ejército murieron tras la explosión de una mina terrestre al paso de su unidad táctica blindada.
El 20 de enero de 2024, se reportó el despliegue de 500 efectivos federales en Nuevo Laredo y Matamoros, Tamaulipas, con una composición táctica diversa. Del total, 100 pertenecían a las Fuerzas Especiales del Ejército y otros 100 a la Brigada de Fusileros Paracaidistas.