ANIMAL POLÍTICO. La magistrada Lilia Mónica López Benítez, exconsejera de la extinta Judicatura Federal (CJF), presentó su renuncia como juzgadora del Poder Judicial de la Federación (PJF), tras casi 36 años de servicio y ser pieza clave durante las protestas contra la reforma judicial.
En sesión extraordinaria celebrada el día de hoy en las instalaciones del Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, del que hasta el día de hoy formaba parte, se dio a conocer que la magistrada federal presentó una solicitud de “jubilación anticipada forzada” producto de la reforma judicial.
“Se concede licencia prejubilatoria a la magistrada Lilia Mónica López Benítez del 16 de octubre al 15 de diciembre de 2025 y su retiro voluntario a partir del día siguiente”, leyó el secretario del Tribunal durante la sesión en la que estuvieron presentes la magistrada y el magistrado electos Claudia Verónica Monroy Ramírez y Mario Alberto García Severo, presidente del Tribunal.
Durante su mensaje de conclusión, la magistrada lamentó que la reforma judicial de 2024, impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, haya “cambiado el alma de la justicia mexicana” y sustituido la certeza constitucional por el cálculo político, asegurando que la reforma quebró los proyectos de vida y sueños de sus colegas que fueron removidos.
“La reforma judicial no sólo cesó nombramientos, también quebró proyectos de vida, vocaciones y sueños. Pero incluso en medio del horror, me aferro a la dignidad como la última trinchera. Porque no hay reforma que pueda borrar lo que mis compañeras y compañeros juzgadores construyeron con esfuerzo, estudio e integridad […] Porque aceptar un cargo para el que no se está preparado tiene un nombre, y se llama corrupción”, dijo.
El 5 de febrero de 2024, el entonces presidente López Obrador presentó a la Cámara de Diputados un paquete de iniciativas con proyectos de reforma entre la que incluyó una en materia del Poder Judicial, a través de la cual propuso que se realizara una elección popular para elegir a todos los jueces, magistrados y ministros del país.
Sin embargo, luego de que la presidenta electa Claudia Sheinbaum pidió a las y los legisladores tomar en cuenta a todas las partes de ese conflicto, el Congreso convocó a los llamados “Diálogos Nacionales sobre la Reforma al Poder Judicial” en la que plantearon que escucharían a todas las partes para llevar a cabo una reforma integral.
Fue en estos foros que se añadió la idea de que la elección de magistradas y magistrados de circuito y juezas y jueces de distrito sería “escalonada, renovándose la mitad de los cargos correspondientes a cada circuito judicial a la elección extraordinaria del año 2025 y la parte restante en la elección federal ordinaria del año 2027”, obligando a los que no aceptaran participar en la elección a presentar su declinación.
No obstante, luego de dar por terminados estos foros, la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (JUFED) los calificó como “una simulación” al considerar que no se dio la oportunidad de participación de diversas sedes a titulares, miembros de la asociación, entre otras irregularidades, por lo que consideraron que no se cumplieron con los requisitos de consulta parlamentaria.
Así, el jueves 19 de agosto de 2024, las y los trabajadores del PJF decidieron iniciar un histórico paro nacional de labores para manifestarse en contra de la reforma judicial del presidente López Obrador. Días después, el 21 de agosto, se sumaron los jueces y magistrados federales de todo el país.
Durante semanas, las y los juzgadores se manifestaron en diversos estados del país y ante diversas autoridades, en busca de ser escuchados, periodo en el que la magistrada Mónica López Benítez, desde su posición como consejera de la Judicatura Federal, acompañó las votaciones de la ministra Norma Piña en favor de las y los trabajadores.
A pesar de lo anterior, luego de semanas de protestas, el Congreso de la Unión aprobó en todos sus términos la reforma judicial, misma que fue publicada por el presidente López Obrador el 15 de septiembre de 2024 en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Tras la aprobación de la reforma judicial, la consejera Mónica López Benítez formó parte del grupo de juezas y magistradas federales que declinaron a participar en la elección judicial e incluso denunció que apareció en las listas de candidatos, a pesar de no haber aceptado formar parte de este proceso.
Durante su mensaje de despedida, la magistrada también aprovechó la oportunidad para denunciar el desmantelamiento de la carrera judicial, asegurando que “se desdibuja el sentido del servicio público cuando el poder político confunde la voluntad popular con la verdadera democracia”.
“La reforma judicial de 2024 no solo transformó instituciones: cambió el alma de la justicia mexicana. Nos arrebató la certeza de un porvenir fundado en el compromiso constitucional, y la sustituyó por la incertidumbre del cálculo político”.
Finalmente, agregó que entre sus razones para presentar su solicitud de retiro anticipado como magistrada estuvo también relacionado al hecho de que hace unas semanas solicitó una licencia de tres días sin goce de sueldo y “absurdamente” se le negó bajo el argumento de laborar para un tribunal “integrado por dos personas magistradas recién electas”, por lo que era de suma importancia contar “con la totalidad de sus integrantes”.
Es decir, “cesada pero necesaria”, criticó.
“Por eso me niego a ver esta despedida como una derrota. Me voy con la serenidad de quien resistió sin renunciar a sus principios, con la certeza de que el tiempo pondrá en su lugar a quienes confundieron el servicio con la sumisión y el poder con la justicia”.