Si usted fuera AMLO, ¿a qué le daría prioridad en su agenda hoy lunes 9 de marzo? La marcha feminista congregó a más de 128,000 mujeres en 10 de las 10 principales ciudades de México. El petróleo perdió 25%, su peor caída para un día desde 1991 y prende focos rojos sobre los planes para Pemex. El peso perdió más de 7% y traspasó la barrera imaginaria de los 21.65 por dólar. Esto importa porque los megaproyectos de la 4T se cotizan en dólares.
La semana comienza con fuego en tres frentes. Mujeres, petróleo y dólar. Tenemos un paro nacional feminista que incrementará la presión sobre el gobierno: ¿cómo responderá el presidente y su gabinete a las demandas de las mujeres? Es obvio que las exigencias trascienden al gobierno federal, podemos también preguntar ¿cómo responderá el Poder Judicial? ¿Qué harán los empresarios? ¿Estamos ante el embrión de un movimiento político que sacudirá la 4T? De manera más pedestre y pragmática, tenemos derecho a preguntar: ¿qué cambiará en las policías y en la forma en que se procesan las denuncias? ¿Habrá cambios para hacer menos agresivos los viajes en transporte público para las mujeres?
De la nada nos llegó una tormenta que nos recuerda que México sigue siendo un país petrolero, o cuando menos, vulnerable a los movimientos del precio del petróleo. La falta de acuerdo entre Arabia Saudita y Rusia provocó un terremoto en los mercados que quitó 25% de valor al oro negro y vapuleó el tipo de cambio del peso frente al dólar. La mezcla mexicana no operó ayer domingo, pero reflejará esta caída el lunes a las 6 de la tarde. Quedará en torno a los 27 dólares. Recordemos que estaba en 57 dólares a principios de enero. Cada dólar que cae son 1.1 millones de dólares menos de ingresos diarios. Las finanzas públicas están protegidas por las coberturas petroleras, pero Pemex no. ¿Qué ajustes hará la mayor empresa mexicana ante la nueva realidad? ¿Habrá cambios en la política energética? ¿Viene un recorte presupuestal? Las preguntas son para AMLO, pero también para el secretario de Hacienda, la secretaria de Energía y el director de Pemex. La falta de respuestas adecuadas puede ser más costoso que reprobar un examen. En juego está la calificación de la deuda de Pemex y, quizá, la de la deuda soberana de México.
La caída del petróleo arrastró al peso y ahora tenemos un nuevo escenario: la moneda mexicana está más cerca de los 21.50 por dólar que de los 20 a los que estaba apenas el viernes pasado. El tipo de cambio llegó a caer el domingo más de 7% y acumula una caída de 14% en menos de tres semanas. ¿Qué pasará? La experiencia nos dice que podemos vivir una recuperación de la moneda mexicana. Estuvo más allá de los 22 pesos en ese noviembre negro en el que ganó Trump. El sentido común nos advierte que navegamos en mar revuelto: el coronavirus no ha sido contenido y seguirá haciendo estragos, en el turismo, la logística y en las industrias más globalizadas. ¿Qué pasará con el tipo de cambio? Quizá ha llegado el momento de abandonar la narrativa del peso fortachón. Para el gobierno, se prenden en el tablero focos rojos en materia inflacionaria y en los costos de los grandes proyectos. En dólares se cotiza gran parte del presupuesto del aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas. ¿Habrá dinero para todos?
Director General Editorial de El Economista