Opinión / Entomafobia

La inter campaña

Yo no sé usted, querido lector, pero el periodo de inter campaña es sumamente aburrido, uno tiene que esperarse para poder volver a escuchar las burradas de los políticos. Bueno, no, nunca dejan de sorprendernos.

Tan aburrido el periodo que Pepe Meade decidió festejar su cumpleaños con una taquiza a lo grande, tan grande como para que se le olvide que su campaña na’más no levanta o quizá para que se nos olvide que los millones desviados de la SEDESOL también llevan su firma. Meade está tranquilo, porque la PGR ya se metió a echarle porras al candidato aporreando al segundón C-Anaya. Por cierto, el abogado del diablo, el capo Fernández de Cevallos, abogado y padrino político de Ricardito, fue invitado a la taquiza.

Y ya que menciono a Chicken Little, este muchacho no se ayuda, vean ustedes, un juez ordenó dejar sin amparo a su amigo (que no es su amigo, pero sí un conocido que hoy desconoce): el sr Barreiro. Además, otro juez federal dictaminó que era improcedente el proceso que la PGR inició en contra del frentista. Entonces nuestro aludido quiso verse muy sacalepunta y se presentó, resguardado por el capo Diego y comparsa (al más puro estilo gansteril que les encanta a los panistas), en la mismísima procuraduría donde lo trataron muy bien y todo muy formalito, y cuando el no sé qué de la unidad de lavado se retiró del lugar, un sonoro “¡Hijos de p…!” fue soltado en el contingente de Ricky. Segmento del video que la PGR filtró a los medios porque es de interés público dejar en claro que el candidote es un grosero ¿es en serio señores encargados de la procuración de justicia? ¿Neto? Porque si bien a los ciudadanos de pie nos pareció una grosería ver bailar a Anaya en el video de la boda de Barreiro (¿Neto eso presentó el PRI como “evidencia”?), nos parece más grosero que casos como el de Ayotzinapa sigan sin resolverse ¿Qué? ¿Ya se cansaron de no dar una y por eso le echan ganitas con la lavadora de Anaya?

Y no mis entomafóbicos, no meto las manos al fuego por el Señorito C-Anaya, si algo debe que lo encare, pero la realidad es que desde la nueva casa de campaña de Meade (la PGR) no hay ni una orden de presentación en contra de Ricky, y no vaya usted a pensar que se está haciendo un uso faccioso desde el estado de la H. PGR. Aunque la mujer que se nombró Yeidckol dice que el caso de Anaya es el karma que el PAN está pagando porque cuando fueron gobierno le aplicaron la misma a ya saben ustedes quien. Y sí, dice AMLO-Caleb con conocimiento de causa, que así lo hicieron, para corroborarlo hoy a su derecha está Gaby Cuevas que fue la recadera de Fox cuando el desafuero, y ahora será diputada pluri por la secta morena. Oigan, hablando de la senadora Cuevas ¿a poco no se ve bien guapa en la portada de Caras? Asumo que ahora los intelectuales de izquierda que rasgan las vestiduras por su mesías cambiarán la lectura del diario La Jornada o de la revista Proceso por las revistas de sociedad, pues ya llegó la era de Morena “fifi”.

Meade en la taquiza, Anaya echando pleito en la PGR ¿y AMLO-Caleb? Estuvo en San Pedro (Nuevo León, no la basílica o ¿quién sabe?) en una productiva reunión con empresarios para dictar el sermón del Cerro de la Silla, los presentes le soltaron a boca de jarro al camarada AMLOvich que no están nada complacidos con la senaduría que se sacó en la tómbola el líder Napito, pero les respondió no se preocupen (como con la ley de seguridad interior), que está en manos de las autoridades el regreso a México del polémico personaje, también le cuestionaron su cercanía con el regio Romo, porque dicen las malas lenguas que no es muy bien querido en su tierra, que se hizo rico con negocios chuecos y ahí sí, AMLO-Caleb sacó las uñas y defendió a Ponchito, que si el Creador lo permite, será su jefe de gabinete.

Otro al que ya nadie quiere ni en el PRD, ni en el PAN, ni en la CDMX es a mi tocayo Mancera… se le está yendo de las manos la senaduría y con ella el fuero.

¡Se me acaba el espacio, muchachada! Y ya no me dan los golpes de tecla para hablarles de los independientes… aunque en realidad, no hay nada que decir de ellos ¡Hasta la próxima!

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