8 MMMHHH

Por: Patricia Garcés
2021-03-08 12:09:28
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Soundtrack para esta columna: “Girl on fire” de Alicia Keys
“Oh, we got our feet on the ground
And we're burning it down
Oh, got our head in the clouds
And we're not coming down”
 

  Soy feminista. Ya lo saben, ese dato está en mi descripción aquí en la columna. Creo que de alguna manera u otra siempre lo he sido, solo que a veces cuesta asumirlo y ya no digamos gritarlo a los 4 vientos.

  El feminismo me ha salvado y también me ha destrozado, el feminismo me da fuerza y también me cansa, el feminismo me ha despertado, pero también me hace darme cuenta de la pesadilla diaria en la que vivimos miles de mujeres y ante esto, siempre me siento impotente.

  No sé si esto les pase a otras compañeras feministas pero yo llego al 8 de marzo siempre agotada (igual me pasaba con la lactancia en su día) porque esto del feminismo no es algo que uno se guarde y saque una vez al año, esto es algo diario, cansado, penoso, que te sale por los poros aunque no lo quieras, porque una vez que una se ha puesto las “gafas violetas” ya nada se ve igual, se percibe la violencia, los abusos, la desigualdad, la brecha por todos lados y eso indigna, harta, es extenuante.

  Ser feminista es cuestionarte y cuestionar todo de manera diaria, es revisar todo el tiempo tus relaciones con otras mujeres, tu misoginia internalizada, tus automáticos. Es también, ser una “persona difícil”, es que los demás de sientan con el derecho de preguntarte que si en realidad eres tan feminista por que te gustan los hombres (disculpen ustedes, soy heterosexual), es que tu misma te cuestiones por que te gustan los hombres si todo el tiempo caen en esta verticalidad que les es tan natural…ay.

  Hoy vengo a contarles una anécdota que viene al caso con un día como hoy, resulta que por azares del destino tengo contacto con hombres en posiciones de poder en empresas y a veces buscan mi opinión para ciertas cosas. Odian que se las de, pero aman pedirla. Siempre me replican a lo que les digo, pero por algo vienen conmigo y no con alguien más ¿no? El chiste es que un hombre cercano a mi se estaba preparando para el 8 de marzo en la empresa para la que trabaja y me pidió mi retroalimentación sobre lo que estaban planeando hacer y pues como les explico que eran puros lugares comunes:

- La foto de las mujeres que trabajan en su empresa vestidas de morado con el puño levantado ¿eso que?

- Un texto super cutre que terminaba en “es un privilegio ser mujer” a lo que me vi forzada a aclararle que no, no es absolutamente ningún privilegio ser mujer sino todo lo contrario. Cuando le dije que su texto estaba lleno de lugares comunes me pregunto que si lo podía mejorar. Obvio si, podría yo haber escrito un texto mucho mejor que el que él me había enviado, pero cuando le pregunte que si habría algún pago por corregirle el texto solo hubo silencio y pues caray, no se me antoja trabajar gratis en honor al 8 de marzo, cosas de la vida y que últimamente como que no me gusta que me exploten.

- La típica foto de la chica que trabaja para la NASA y que llegara a Marte en 2030 como “ejemplo” para otras mujeres. De verdad, ya paren con ese mame. Torcí tanto los ojos cuando vi esa imagen y sus intenciones de distribuirla en su empresa que me costo que mis globos oculares no salieran desorbitados de su lugar. Hablen con cualquier mujer de su vida y encontraran grandes historias de lucha y superación. No tienen que ir a la jodida NASA a buscarlas, salgan al piso de producción y HABLEN con las mujeres, carajo.

- Precisamente hablando de esto, le expliqué que un 8 de marzo es un buen día para cuestionarse como empresa la brecha de género: “¿Cuántas mujeres tienes en tu fuerza laboral?” le pregunté. 30% porque es un trabajo “muy físico” me respondió.  “¿Cuál es la excusa para no tener a ninguna mujer en el equipo gerencial? ¿también es un trabajo “muy físico”?” Le cuestioné. ¿Tienen salas de lactancia? ¿Becas para sus trabajadoras? ¿Están haciendo algo por el problema de brecha de género que tienen a nivel interno? ¿Tienen políticas sobre acoso sexual? ¿Respetan los horarios de sus trabajadoras? ¿Están conscientes que las mujeres que trabajan con ellos tienen doble o triple jornada laboral una vez que llegan a casa? ¿Qué facilidades les han dado a las empleadas que son madres y cuyos hijos no están asistiendo a la escuela o guardería en esta pandemia? ¿Tienen igualdad salarial?

Señores, la forma no nos sirve de nada si no hay fondo. Es algo hueco, vacío. Y si, hablo en masculino porque son ustedes quienes están en posiciones de poder de acuerdo a la estadística, son ustedes quienes no quieren ni siquiera cuestionarse sus privilegios. Una campaña sobre acciones para reducir la brecha de género en la empresa y en casa seria mas efectiva en un día como este, aunque obvio, tendría que ser dirigida a los hombres y mejor ya me voy porque cansa tener que estar razonando con el género masculino en un día como hoy.

Y así las cosas.

 



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Patricia Garcés

Reynosense. Licenciada en comercio internacional. Educadora sexual, Educadora y Consejera en Lactancia y Educadora en Salud Materna. Madre. #HomeSchoolMom. Sí, soy una de "esas feministas". Molestando a la humanidad desde 1976. Me gustan los perros. Nueva Karen por culpa de Ginger.

Correo electrónico: pat1228g@gmail.com

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