REPORTE ÍNDIGO. El Consejo de Estado de China difundió este miércoles un libro blanco en el que defiende su papel en la búsqueda del origen del COVID-19 y arremete contra Estados Unidos por, según afirma, politizar el asunto.
El documento, divulgado por medios estatales, plantea incluso que el virus "pudo haber aparecido antes" en territorio estadounidense.
El texto está dividido en tres capítulos: dos de ellos destacan las contribuciones de China a la investigación sobre el SARS-CoV-2 y a la lucha global contra la pandemia, mientras que el tercero critica duramente la gestión inicial de la crisis por parte de EE. UU., calificándola de "mal manejada".
El libro sostiene que Pekín colaboró con la Organización Mundial de la Salud (OMS) con “un fuerte sentido de responsabilidad global y transparencia”. Al mismo tiempo, acusa a Washington de convertir a China en un "chivo expiatorio" y de desviar la atención mediante la politización del origen del virus.
Además, el informe cita estudios que descartan que Wuhan, la primera ciudad en reportar casos de COVID-19, fuera necesariamente el origen del brote, y considera "extremadamente poco probable" que el virus escapara de un laboratorio allí.
China también presenta supuestas evidencias de que el virus ya circulaba en EE. UU. antes de ser detectado oficialmente en Wuhan, como brotes de neumonía y enfermedades pulmonares en 2019, además de incidentes en laboratorios estadounidenses entre 2006 y 2020.
"Debería llevarse a cabo una investigación en profundidad sobre los orígenes del virus en Estados Unidos", concluye el documento, que insta al país norteamericano a dar una "respuesta responsable" ante las inquietudes internacionales.
La publicación del informe llega casi cinco meses después de que la OMS reiterara su llamado a China para que brinde más transparencia sobre los orígenes del COVID-19. La organización insiste en que todas las hipótesis siguen abiertas, aunque la más probable continúa siendo el salto del virus de un animal al ser humano.