MARCA. Novak Djokovic, el mejor jugador que jamás empuñó una raqueta de tenis, lo ha vuelto a hacer. El serbio, que el pasado 22 de mayo cumplió 38 años, se ha clasificado este miércoles para su decimotercera semifinal de Roland Garros, la número 51 de 'Grand Slam' en 78 participaciones.
Djokovic, el tenista 100, ha sumado la victoria 101 sobre la tierra parisina tras derrotar en los cuartos a Alexander Zverev, por 4-6, 6-3, 6-2 y 6-4. Fue a la quinta tentativa que levantó los brazos.
Hace tres semanas, no tenía un solo triunfo en la gira europea de arcilla y hoy aglutina nueve y es una amenaza que anda suelta en las pistas del Bois de Boulogne.
El 27 de mayo de 2024, en el mismo escenario, la majestuosa Philippe Chatrier, Zverev ejerció, sin saberlo, de último verdugo de Rafael Nadal en el Abierto galo. Hizo un amago de repetir, pero no pudo ante el deportista total.
El único profesional del circuito capaz de ir en bicicleta por el Arco del Triunfo, acudir a la celebración de la Champions del Paris Saint Germain, presentarse al homenaje de Nadal un día después de coronarse en Ginebra y seguir ganando.
Novak, el único miembro del 'Big Three' que sigue en activo, no se cansa de ganar y de batir récords. Su hambre competitiva es infinita. Y bien hará Jannik Sinner de no confiarse en la semifinal del viernes por mucho que sea el único de los semifinalistas que no ha cedido un set. Darren Cahill y Simone Vagnozzi, entrenadores del italiano, no se perdieron desde la grada la remontada de su próximo adversario.
Al serbio no le favorecía la programación. En la sesión nocturna, con la humedad y el frío, las pelotas se ponen más grandes y cuesta más moverlas. No es un problema para Zverev y sus inmensas palancas gracias a su 1,98 metros.
El tenista de Hamburgo, número tres mundial, rompió el saque de su adversario en el juego inicial. Ese 'break' le valió para anotarse el set. El veterano Djokovic se veía obligado a la épica si quería regresar por decimotercera vez a la semifinal de los Internacionales de Francia.
'Nole', todo un animal competitivo, quiso darle la vuelta al marcador y se situó con un 3-1 en la segunda manga. Había hecho lo más difícil: hacerse con el saque de Zverev. Amplió la renta hasta el 4-1 y le puso corazón para firmar las tablas. Pasaban de las 10 de la noche en París y empezaba a apretar el frío.
El campeón de 24 grandes empezaba a creérselo y dio el golpe con una segunda rotura en el quinto juego. Suyos sería los siguientes seis asaltos.
Al tenista de Hamburgo le faltaba la consistencia desde la línea blanca que a Djokovic le sobraba. El alemán atajó la sangría con 2-'0 abajo en el cuarto set. Ya era demasiado tarde para él.
En el sexto juego, con 3-2 y pelota de 'break' para Zverev, el tenista de Belgrado decantó a su favor el punto del año (41 golpes) y que terminó con un pasante de derecha.
La derrota agudiza la crisis de resultados de Sascha, que se deja 900 puntos en París al no defender la final de la pasada edición. Su verdugo, en cambio, mejora los cuartos de 2024 cuando tuvo que retirarse con una lesión en la rodilla.