ELEFANTE BLANCO. La restricción a la exportación de ganado a Estados Unidos, por el cierre de la frontera, impuesta tras detectarse casos del gusano barrenador, ya ha provocado una pérdida estimada en 170 millones de pesos para los productores locales, según reportó la Unión Ganadera Regional de Tamaulipas (UGRT).
De octubre de 2024 a la fecha, productores exportaron solo 20 mil de los 70 mil becerros que habían enviado al mercado estadounidense en ciclos anteriores.
El presidente de la UGRT, José Guerrero Gamboa, explicó que esta situación se traduce en una merma de 2,500 pesos por cada becerro, lo que multiplicado por los 50 mil animales que no encontraron mercado de exportación equivale a los 170 millones estimados.
“Nos merma 250 millones en precio de exportación, pero … dejarán de percibir 2,500 pesos por 50,000 [becerros], serían 170 millones de pesos”, afirmó Guerrero Gamboa.
La restricción se implementó luego de que las autoridades estadounidenses detectaran casos de gusano barrenador en ganado mexicano, una plaga que también afecta al ganado en el estado de Veracruz. Esto llevó al cierre de varios cruces fronterizos desde finales de 2024 y nuevamente en julio de 2025.
A escala nacional, este cierre implicó un retraso de 1.5 millones de cabezas de ganado, generando pérdidas diarias entre 5 y 11.4 millones de dólares, informó el Consejo Nacional Agropecuario y el USDA.
La UGRT precisó que no se trata de pérdida física, sino de ingresos no generados: alrededor de 50,000 becerros fueron destinados al mercado local con precio inferior a la ruta de exportación.
Esto, alertó Guerreros, repercute en:
El gobierno federal activó un cerco sanitario en Veracruz y sur de Tamaulipas, restrictivo para cruce de ganado. Por su parte, la UGRT y organizaciones como CNOG gestionan con autoridades de EE‑UU, buscando mecanismos que permitan reanudar la exportación.
“Estamos trabajando con SADER, CNOG y autoridades estadounidenses, buscando reabrir la frontera lo antes posible”, indicó el presidente de la UGRT.
A corto plazo, productores piden apoyos como subsidios, apertura de rutas alternativas y financiamiento para estabilizar ingresos.
A mediano plazo, se requiere reforzar programas sanitarios internos y acuerdos bilaterales que permitan asegurar exportaciones mientras se controla la plaga.