EL SOL DE TAMPICO. Petróleos Mexicanos (Pemex) dio un paso decisivo en su estrategia de recuperación productiva al recibir 14 ofertas técnicas y económicas de empresas nacionales y extranjeras interesadas en participar en la operación de campos terrestres bajo la figura de contratos mixtos.
Esta modalidad busca maximizar la producción sin que el estado pierda el control sobre los hidrocarburos, al mismo tiempo que se abre la puerta al capital, la tecnología y la experiencia del sector privado.
La empresa petrolera tiene en marcha un ambicioso plan: reactivar 400 pozos cerrados en todo el país con una meta de producción adicional de hasta 13 mil barriles diarios para diciembre de 2025.
La estrategia demandará una inversión estimada en mil 500 millones de pesos, que será financiada por completo por los socios privados bajo un modelo que recompensa únicamente el desempeño.
Los contratos mixtos establecen que el particular asume el 100% de la inversión, ingeniería, operación y mantenimiento de los pozos. Su pago se genera únicamente si hay resultados, con una tarifa basada en el flujo de efectivo disponible una vez comercializado el producto.
“Es un esquema que premia la eficiencia”, explicó Benito Torres Ramírez, presidente del Clúster Cepegas en Tamaulipas, ya que Pemex no compromete recursos públicos y el privado recupera su inversión solo con éxito comprobado.
En términos económicos, se estima que cada 100 pozos podrían requerir cerca de 150 millones de dólares de inversión, dependiendo de la complejidad y condiciones técnicas de cada yacimiento.
Actualmente, México cuenta con alrededor de cinco mil pozos cerrados con potencial productivo. El plan inmediato se enfocará en reactivar aquellos más rentables a corto plazo, garantizando un balance entre costo, riesgo y retorno.
Para Torres Ramírez esta estrategia marca un cambio importante en la política de Pemex: “Estamos viendo un modelo más abierto. El empresario invierte todo, mientras Pemex mantiene la titularidad y regula el proceso. Eso genera confianza y ahorros en permisos y trámites”, afirmó.
Uno de los cambios más significativos en el esquema es que, tras una reciente reunión del Consejo de Administración de Pemex, se aprobó que las empresas participantes puedan vender parte del hidrocarburo extraído como ganancia, algo que antes estaba prohibido por las leyes secundarias de la Reforma Energética.
“Ese era el gran tema en incertidumbre. Ahora está aprobado por el Consejo; falta que se formalice con una modificación legal, pero ya es un avance importante para los inversionistas”, añadió Torres.
Este cambio abre la puerta a que compañías que inviertan en la reactivación de pozos tengan mayor flexibilidad comercial, especialmente para mercados internacionales.
En el caso de Tamaulipas, por ejemplo, la cercanía con Estados Unidos y la infraestructura portuaria disponible convierten a la región en un punto estratégico para la exportación.
Carso Energy ha mostrado su interés, además de otras empresas que ya firmaron acuerdos con Pemex, como Woodside Energy, BP, Sinopec, Harbour Energy y Cheiron.
De las 11 licitaciones anunciadas por Pemex, siete se enfocarán en la extracción de petróleo, tres en la producción de gas y una en trabajos de alta complejidad técnica.
En total, se espera que estos proyectos firmados con empresas nacionales e internacionales aporten una producción de 69 mil 400 barriles diarios de petróleo y 609.5 millones de pies cúbicos diarios (MMpcd) de gas.
Dentro de su plan estratégico 2025-2035, Pemex ha identificado 21 campos que podrían desarrollarse bajo este esquema. Entre ellos destacan Cuervito, Tamaulipas-Constituciones, Macavil, Ssni-Caparroso, Tupilco Terciario y Tlatitok-Sejkan, la mayoría con infraestructura ya instalada y algunos incluso con pozos perforados listos para ser reactivados.
La mayoría de los que se ubican en Tamaulipas ya cuentan con pozos perforados y algunos están en operación. El director de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, dio a conocer que el modelo de contratos mixtos garantiza a los inversionistas un 40% de los ingresos netos, con la recuperación de costos asegurada en al menos un 30%.
Además, para dar certeza financiera, se canalizarán los flujos de ingresos a través de un vehículo financiero especializado que garantizará el pago puntual a las empresas asociadas.
El interés por participar no se limita a grandes corporaciones internacionales. En Tamaulipas, empresas locales ya trabajan en procesos de certificación para cumplir con los requisitos técnicos y financieros que les permitan competir por los contratos.
“Tenemos puertos, infraestructura logística y acceso a mercados internacionales. Aquí hay empresas listas para entrar al modelo, con posibilidades de comercializar crudo incluso en Estados Unidos bajo esquemas legales y transparentes”, comentó Torres.
De concretarse según lo planeado, este esquema podría sumar un volumen relevante a la producción nacional en un momento en que Pemex busca recuperar competitividad y rentabilidad.
Para el cierre de 2025, los 13 mil barriles diarios adicionales proyectados no solo fortalecerían el balance energético del país, sino que también atraerían inversión privada que dinamizaría economías locales, especialmente en estados productores como Tamaulipas, Veracruz y Tabasco.
El especialista destacó que los contratos mixtos buscan equilibrar el riesgo: mientras el privado apuesta por su capacidad técnica y financiera, Pemex mantiene el control sobre los recursos y los procesos regulatorios, reduciendo su exposición económica.