EL PAÍS. El Gobierno del presidente Donald Trump pone contra las cuerdas a Aeroméxico, la aerolínea bandera de México. Este lunes se dio a conocer la orden del Departamento de Transporte de EE UU que ordena el fin de la alianza comercial entre Delta y Aeroméxico a partir del 1 de enero de 2026. La oficina estadounidense indicó que esta medida es necesaria ante los continuos efectos anticompetitivos en los mercados aeronáuticos entre Estados Unidos y México, condiciones que proporcionan una ventaja injusta para Delta y Aeroméxico. Por escrito, la aerolínea mexicana lamentó la decisión y aseguró que la Administración Trump pasa por alto “los beneficios que la alianza ha brindado a la conectividad, al turismo y a los consumidores en México”. La empresa añadió que sus pasajeros podrán seguir empleando el servicio de conectividad de ambas aerolíneas.
En los alegatos a favor de esta orden, el gobierno de Trump cargó contra la política aeronáutica de México. De acuerdo con EE UU, la Administración mexicana confiscó franjas horarias de vuelos con argumentos falsos e infundados, se negó a implementar las reformas sugeridas por la autoridad de competencia mexicana y cuestionó el principio de derechos históricos, de equidad y de nuevos participantes. “El gobierno de México continúa con una estrategia de intervención y distorsión del mercado que afecta negativamente la competencia en el mercado de servicios aéreos entre Estados Unidos y México. El gobierno mexicano confiscó franjas horarias y prohibió las operaciones exclusivamente de carga en el principal aeropuerto de la Ciudad de México, el Aeropuerto Internacional Benito Juárez”, indicó en el documento.
Bajo este contexto, argumenta el gobierno de EE UU, Delta y Aeroméxico mantienen la mayor proporción de franjas horarias en México. El Departamento de Transporte de Trump concluye que mantener la inmunidad antimonopolio entre estas dos aerolíneas no es de interés público porque otorga una ventaja injusta a los socios y reduce la competencia de manera sustancial. Desde su trinchera, las aerolíneas aludidas, Delta y Aeroméxico, defendieron su relación comercial, que data de 2016, y aseguraron que están evaluando la orden para dar a conocer sus próximas acciones.
El fin de la alianza entre Delta y Aeroméxico forma parte de una serie de amagos que anunció el gobierno estadounidense contra México en julio pasado. En ese entonces, el Departamento de Transporte anunció varias restricciones contra las aerolíneas mexicanas, en represalia por la reducción de operaciones en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM), una medida impuesta en 2022, durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. En respuesta, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, defendió la política aeronáutica del país y declaró que no existían razones para restringir los vuelos desde México a Estados Unidos.
El Departamento de Transporte no descarta la posibilidad de un mejor entorno competitivo en el futuro debido a que México ha comenzado a colaborar con ellos sobre estos temas. EE UU no cierra la puerta a una nueva evaluación sobre la disposición del gobierno mexicano para cumplir el Acuerdo de Transporte Aéreo entre Estados Unidos y México. No obstante, advierte que una próxima revisión “llevará tiempo”.